Aceite de ajo: receta, usos, propiedades y almacenamiento
Descubre los secretos del aceite de ajo, un ingrediente esencial en la cocina y la salud. Aprende cómo hacerlo en casa, sus beneficios y aplicaciones culinarias.

Aceite de ajo: receta, usos, propiedades y almacenamiento

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Ingredientes

Ajustar las Raciones:
100 g de Ajo
250 ml de Aceite de oliva virgen extra
Opcional al gusto Hojuelas de chile, ramita de romero o tomillo

Aprende a hacer tu propio aceite de ajo en casa con pasos sencillos. ¡Ideal para darle un toque extra a tus recetas!

Ingredientes

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El aceite de ajo es uno de esos ingredientes secretos que pueden transformar un plato de «bueno» a «excelente» en un instante. Su uso en la cocina no es solo una moda pasajera, sino una práctica que ha perdurado a lo largo del tiempo y diversas culturas.

Es una mezcla perfecta de sabor y beneficios para la salud, lo que lo convierte en un ingrediente versátil que no debería faltar en ninguna despensa.

¿Qué es el aceite de ajo y qué puede ofrecerte?

El aceite de ajo es, en su esencia más básica, un aceite infundido con ajo. Se trata de una forma concentrada de disfrutar del sabor y aroma del ajo, y se puede hacer de varias maneras: desde métodos más rápidos que implican calentar ajo y aceite, hasta métodos más lentos que permiten que los dientes de ajo se sumerjan en aceite durante un período extendido.

La elección del tipo de aceite a utilizar también puede variar, aunque los más comunes suelen ser aceite de oliva o aceite de canola, por sus sabores más neutros.

Para qué se utiliza

El aceite de ajo se usa ampliamente en la cocina para añadir sabor y aroma a una variedad de platos. Desde marinadas para carnes hasta aliños para ensaladas y como base para salteados, las aplicaciones son prácticamente infinitas. Además, el aceite de ajo también se utiliza en la preparación de ciertos panes, como el famoso pan de ajo, o incluso en la elaboración de pizzas, para darles un toque de sabor más profundo.

  • En salsas y aliños. Añadir unas gotas de aceite de ajo en una salsa o un aliño puede elevar el sabor general del plato.
  • En marinadas. Es perfecto para marinadas de carnes o vegetales, ya que ayuda a impregnar los alimentos con un sabor más rico y complejo.
  • Para saltear y sofríos. Usar aceite de ajo como base para saltear alimentos es una forma excelente de infundir todo el plato con el sabor del ajo, pero de una manera más suave y equilibrada que usando ajo crudo.
  • En productos de panadería. Aunque no tan común, el aceite de ajo se puede utilizar en ciertos productos de panadería, especialmente aquellos que se disfrutan en comidas más saladas, como focaccias o panes de ajo.

Beneficios del aceite de ajo

Beneficios del aceite de ajo
Beneficios del aceite de ajo

El aceite de ajo no solo es un ingrediente estelar en la cocina, sino que también es conocido por sus múltiples beneficios para la salud. A continuación, te presentamos una lista detallada que combina sus propiedades tanto saludables como culinarias:

Beneficios para la salud

  • Propiedades antibacterianas. El aceite de ajo tiene propiedades antibacterianas que ayudan a combatir infecciones y mejorar el sistema inmunológico.
  • Antioxidantes. Rico en antioxidantes, este aceite ayuda a combatir los radicales libres, que son responsables del envejecimiento y de diversas enfermedades.
  • Antiinflamatorio. Las propiedades antiinflamatorias del ajo pueden transferirse al aceite, ayudando a aliviar una variedad de condiciones inflamatorias.
  • Mejora la circulación. Hay estudios que sugieren que el ajo mejora la circulación sanguínea, y estas propiedades se mantienen cuando se convierte en aceite.
  • Reducción del colesterol. El aceite de ajo puede contribuir a la reducción de los niveles de colesterol malo (LDL), beneficiando así la salud cardiovascular.

Beneficios culinarios

  • Versatilidad. Su aplicabilidad en una amplia variedad de platos lo convierte en un ingrediente versátil en la cocina.
  • Profundidad de sabor. El aceite de ajo añade una nueva dimensión a los alimentos, elevando sabores básicos a algo más sofisticado.
  • Conservación. A diferencia del ajo fresco, el aceite de ajo tiene una vida útil más larga, lo que lo convierte en un recurso culinario más duradero.
  • Mejora de texturas. En platos como aderezos y salsas, el aceite de ajo puede mejorar la textura, haciendo que la comida sea más agradable al paladar.
  • Realce de otros sabores. Utilizado adecuadamente, el aceite de ajo puede ayudar a destacar y complementar otros sabores en un plato, sin abrumarlos.

Ingredientes necesarios

Hacer tu propio aceite de ajo en casa es un proceso relativamente simple, pero para obtener un resultado de alta calidad es crucial seleccionar los ingredientes correctos. A continuación, te detallamos lo que necesitarás:

Ingredientes básicos

  • Ajo. Claro, el protagonista. Busca cabezas de ajo fresco, firmes y sin signos de moho. Cuanto más fresco, mejor será el sabor.
  • Aceite de base. Aceite de oliva extra virgen es la elección más popular debido a su sabor suave y sus propiedades saludables. Sin embargo, también puedes usar aceite de canola o aceite de semilla de uva si prefieres un sabor más neutro.

Opcionales pero recomendados

  • Hierbas aromáticas. Algunas personas disfrutan añadir hierbas como el romero o el tomillo para darle un toque extra al aceite.
  • Pimienta en grano o hojuelas de chile. Si te gustan los sabores más picantes, puedes añadir un poco de pimienta o chile al aceite para darle un toque de calor.
  • Cítricos. La cáscara de limón o de naranja puede añadir un aroma agradable y un sutil sabor cítrico.

Equipamiento requerido

Aunque hacer aceite de ajo en casa no requiere de un equipo sofisticado, contar con las herramientas adecuadas puede hacer que el proceso sea mucho más fácil y seguro. Aquí te presentamos una lista de utensilios recomendados para elaborar tu propio aceite de ajo:

Herramientas imprescindibles

  • Frasco de vidrio con tapa hermetica. Fundamental para almacenar tu aceite de ajo, preferiblemente esterilizado para minimizar el riesgo de contaminación.
  • Cuchillo afilado. Necesitarás un buen cuchillo para picar el ajo con precisión.
  • Tabla de cortar. Una tabla de cortar estable te ayudará a manipular el ajo y las hierbas de forma segura.

Herramientas de cocción

  • Sartén o cacerola de fondo grueso. Ideal para calentar el aceite y el ajo a fuego lento, lo que permite una mejor infusión de sabores.
  • Termómetro de cocina. Este te permitirá controlar la temperatura del aceite con precisión, especialmente útil para evitar que el ajo se queme.
  • Colador de malla fina o filtro de papel. Estos te ayudarán a separar los restos sólidos del aceite una vez finalizado el proceso de infusión.

Herramientas auxiliares

  • Mortero y maja o batidora. Si optas por una versión más intensamente infundida del aceite, estas herramientas te permitirán machacar el ajo y las hierbas fácilmente.
  • Embudo. Útil para transferir el aceite finalizado al frasco de almacenamiento sin derrames.
  • Guantes de cocina. Manejar ajo durante un tiempo prolongado puede dejar un olor persistente en tus manos, los guantes pueden ayudar a evitarlo.
  • Toallas de papel o paño de cocina. Siempre es bueno tener algo a mano para limpiar cualquier derrame inesperado.

Con este equipamiento en tu arsenal culinario, estarás más que preparado para elaborar un aceite de ajo de calidad. No solo te facilitarán el trabajo, sino que también garantizarán que obtengas un producto final seguro y delicioso.

Preparación paso a paso

Cómo elaborar aceite de ajo
Cómo elaborar aceite de ajo

Crear aceite de ajo en casa es una tarea gratificante que se puede realizar con tan solo unos pocos ingredientes y herramientas. Aquí te mostramos cómo hacerlo, detallando los ingredientes exactos y cada paso del proceso.

Ingredientes exactos

  • 100 gramos de ajo (aproximadamente 4-5 cabezas de ajo)
  • 250 ml de aceite de oliva extra virgen
  • Opcionales. Pizca de hojuelas de chile, ramita de romero o tomillo (según gustos)

Herramientas necesarias

  • Frasco de vidrio con tapa hermética
  • Cuchillo afilado y tabla de cortar
  • Sartén o cacerola de fondo grueso
  • Termómetro de cocina
  • Colador de malla fina o filtro de papel
  • Embudo

Instrucciones

  1. Preparar el ajo. Pelar los dientes de ajo y cortarlos en láminas finas. Si optas por añadir hierbas o especias, prepáralas en este momento.
  2. Esterilizar el frasco. Esteriliza el frasco de vidrio y la tapa hirviéndolos en agua durante al menos 10 minutos. Deja que se sequen al aire.
  3. Calentar el aceite. Vierte el aceite de oliva en una sartén o cacerola de fondo grueso. Calienta a fuego medio-bajo hasta que alcance una temperatura de unos 85-90°C. Utiliza el termómetro para comprobar la temperatura.
  4. Agregar el ajo y opcionales. Añade el ajo laminado al aceite caliente. Si usas hierbas o especias, añádelas también.
  5. Infusión a fuego lento. Cocina a fuego lento durante 20-30 minutos, manteniendo la temperatura constante y evitando que el ajo se queme.
  6. Verificación y ajustes. Prueba un poco del aceite para asegurarte de que tenga el sabor y aroma deseados. Ajusta las especias o hierbas si es necesario.
  7. Colar el aceite. Utiliza un colador de malla fina o un filtro de papel para separar los sólidos del aceite. Coloca un embudo sobre el frasco esterilizado y vierte el aceite filtrado.
  8. Almacenamiento. Cierra bien la tapa del frasco y guarda tu aceite de ajo en un lugar fresco y oscuro. Se mantendrá en buen estado hasta por un mes.
  9. Disfrutar. Utiliza tu aceite de ajo casero en una variedad de platillos para realzar el sabor y el aroma.

Consejos para un aceite de ajo perfecto

Si bien hacer aceite de ajo puede parecer simple, hay algunas recomendaciones clave que te ayudarán a obtener un producto final de la más alta calidad:

  • Selección de ingredientes. Elige dientes de ajo frescos y sin manchas y un aceite de oliva de buena calidad para obtener el mejor sabor.
  • Temperatura controlada. Utiliza un termómetro de cocina para asegurarte de mantener el aceite a la temperatura ideal de 85-90°C. Esto ayuda a la infusión sin degradar los ingredientes.
  • Tiempo de cocción. No apresures el proceso. Un fuego lento durante el tiempo adecuado resulta en una mejor infusión.

Cómo almacenar el aceite de ajo casero

El almacenamiento adecuado es crucial para mantener la frescura de tu aceite de ajo.

  • Frasco hermético. Usa siempre un frasco de vidrio con tapa hermética para minimizar la exposición al aire.
  • Lugar fresco y oscuro. Guarda el frasco en un lugar fresco y oscuro, lejos de la luz solar directa.
  • Caducidad. Lo ideal es consumir el aceite de ajo inmediatamente o en las horas siguientes a su elaboración. Si no se va a utilizar de inmediato, se recomienda congelarlo para evitar el riesgo de botulismo. Puedes conservarlo congelado durante aproximadamente un mes.

Usos comunes del aceite de ajo

El aceite de ajo es extremadamente versátil y se puede utilizar en una variedad de formas:

  • Cocina. Ideal para aderezos, marinadas y para saltear vegetales.
  • Para untar. Excelente en tostadas o como parte de salsas y dips.
  • Platillos principal. Añade un toque gourmet a tus carnes y pescados.

Precauciones y contraindicaciones

Es esencial estar al tanto de algunas precauciones al consumir aceite de ajo.

  • Alergias al ajo. Aquellas personas con alergias al ajo deben evitar el uso de este aceite.
  • Presión arterial y medicamentos. El ajo tiene propiedades que afectan la presión arterial, tenlo en cuenta si estás tomando medicamentos para la hipertensión.
  • Almacenamiento seguro. El ajo es un alimento de baja acidez, por lo que si no se almacena correctamente, podría favorecer el crecimiento de bacterias como el Clostridium botulinum. Como hemos comentado anteriormente, para evitar sustos, siempre se recomienda consumirlo de inmediato o congelarlo para un uso posterior seguro.

Pasos

1
Hecho

Preparar el ajo.

Pelar los dientes de ajo y cortarlos en láminas finas. Si optas por añadir hierbas o especias, prepáralas en este momento.

2
Hecho

Esterilizar el frasco.

Esteriliza el frasco de vidrio y la tapa hirviéndolos en agua durante al menos 10 minutos. Deja que se sequen al aire.

3
Hecho

Calentar el aceite.

Vierte el aceite de oliva en una sartén o cacerola de fondo grueso. Calienta a fuego medio-bajo hasta que alcance una temperatura de unos 85-90°C. Utiliza el termómetro para comprobar la temperatura.

4
Hecho

Agregar el ajo y opcionales.

Añade el ajo laminado al aceite caliente. Si usas hierbas o especias, añádelas también.

5
Hecho

Infusión a fuego lento.

Cocina a fuego lento durante 20-30 minutos, manteniendo la temperatura constante y evitando que el ajo se queme.

6
Hecho

Verificación y ajustes.

Prueba un poco del aceite para asegurarte de que tenga el sabor y aroma deseados. Ajusta las especias o hierbas si es necesario.

7
Hecho

Colar el aceite.

Utiliza un colador de malla fina o un filtro de papel para separar los sólidos del aceite. Coloca un embudo sobre el frasco esterilizado y vierte el aceite filtrado.

8
Hecho

Almacenamiento.

Cierra bien la tapa del frasco y guarda tu aceite de ajo en un lugar fresco y oscuro. Se mantendrá en buen estado hasta por un mes.

9
Hecho

Disfrutar.

Utiliza tu aceite de ajo casero en una variedad de platillos para realzar el sabor y el aroma.

Jessica Rodríguez

Sevilla (1987). Editora y Responsable de SEO de Redacción. Graduada en Administración de Empresas (US) y con amplia experiencia en el sector de la Comunicación, el Marketing y el Posicionamiento Web. Se incorporó a BABYCOCINA en 2019.

Comentarios de Receta

Puntuación:
(5)
Opiniones Totales:1
BABY COCINA

Dale sabor a tus platos con este delicioso aceite de ajo.

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