¿Listos para añadir un toque aterrador pero delicioso a vuestra fiesta de Halloween? Estos pimientos verdes fritos momificados no solo son sabrosos, sino que también añadirán esa chispa terrorífica que tu mesa necesita. Perfectos para aperitivos, estos pimientos te dejarán con ganas de más… ¡si te atreves a probarlos!
Receta de pimientos verdes fritos para Halloween
Ingredientes
- 12 pimientos verdes pequeños
- 200 ml de aceite para freír
- 1 lámina de hojaldre
- 1 huevo batido (para pincelar)
- Rodajas de aceitunas negras
- Un poco de mayonesa
- 200 g de pan rallado (opcional)
Elaboración
Preparación de los pimientos
- Lava los pimientos verdes pequeños y sécalos completamente.
- Calienta el aceite en una sartén grande y fríe los pimientos enteros hasta que su piel comience a arrugarse.
- Retira del aceite y coloca sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.
Momificación de los pimientos
- Precalienta el horno a 180°C.
- Estira la lámina de hojaldre y córtala en tiras finas.
- Envuelve cada pimiento con las tiras de hojaldre de forma que parezcan momias.
- Coloca los pimientos momificados en una bandeja de horno con papel vegetal.
- Pincela con huevo batido para que el hojaldre tenga un acabado dorado.
Tocando la campana de la muerte
- Hornea durante 15-20 minutos o hasta que el hojaldre esté dorado.
- Retira del horno y deja que se enfríen un poco.
Detalles finales
- Pon una gota de mayonesa en cada pimiento y coloca una rodaja de aceituna negra encima para hacer los ojos.
Consejos prácticos
Variantes de la receta
Si quieres darle un toque más especiado, puedes añadir un poco de pimentón picante al pan rallado.
Almacenamiento
Estos pimientos son mejor cuando se consumen recién hechos, pero también pueden almacenarse en la nevera hasta por 2 días. Recalentar en el horno para mantener la textura crujiente.
Para servir
Coloca un poco de ketchup o de salsa de frambuesas en el plato para simular sangre y aumentar el factor espeluznante. También puedes usarlos como guarnición para platos principales como costillas «ensangrentadas» o hamburguesas «zombie».
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