Cómo saber que vino elegir con cada plato

¿Cuando se debe tomar vino rosado, tinto o blanco? Te lo explicamos TODO para que estas Navidades seas todo un experto enólogo (un entendido en vinos).

Saber qué vino hay que servir con cada plato es algo que está al alcance de cualquiera. Tan solo es necesario que te guste el maridaje que hayas elegido y ni el mejor sumiller del mundo podrá quitarte la razón. Sin embargo, sí es cierto que existen diferentes teorías sobre los vinos más convenientes para acompañar a cada clase de alimento y a cada tipo de elaboración.

Las Navidades están a la vuelta de la esquina y las comidas y cenas familiares estarán a la orden del día. Para estas celebraciones te vendrá de perlas tener a mano una guía de maridaje (llamémosla mainstream) para que nadie te pueda decir que los vinos no acompañan a los manjares que sirvas.

A continuación te mostramos las teorías más extendidas acerca de cuándo hay que servir vino tinto, blanco, rosado o espumoso, para que, posteriormente, seas tú mismo quien las aplique, o no, en la práctica.

Cuándo se sirve el vino tinto

vino tinto
Te contamos todo lo que debes saber sobre tomar vino tinto para que esta Navidad os convirtáis en unos expertos en vino.

La complejidad de las propiedades organolépticas de los vinos tintos los convierten en ideales acompañantes de sabores fuertes y platos pesados. Su color oscuro se adapta a la perfección con carnes rojas y salsas consistentes.

Sin embargo, es su sabor tánico, astringente y amargo a la vez su factor determinante. Según el nivel de taninos, los vinos tintos pueden ser ligeros (con un índice inferior al 40%) y con cuerpo (con un índice superior al 40%). Los taninos reaccionan con fondos de salsas, con las carnes y sus jugos y con quesos de pasta dura o semidura.

En lo referente al maridaje, y a pesar de que no existen unas reglas establecidas e inamovibles, los distintos tipos de vino tinto encajan con alimentos diferentes. Veamos cuándo hay que servir vino tinto:

  • Vinos tintos viejos y vinos tintos ligeros: son ideales para carnes jóvenes como aves de caza, cordero lechal o ternera.
  • Vinos tintos robustos y tánicos: son perfectos para maridar con carnes rojas como cordero, buey y carnes de caza mayor (ciervo, becada…).

En general, los vinos tintos encajan con alimentos cárnicos y desentonan con los pescados. Sin embargo, y como ya hemos indicado, las reglas no son inamovibles y, en último extremo, el gusto personal de cada persona es el que debe imponerse.

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Cuándo se sirve el vino blanco

con que combina el vino blanco
Te explicamos cuándo y cómo se debe tomar vino blanco según protocolo.

El maridaje de vinos blancos y alimentos es tan complejo como el de los vinos tintos, y sus propiedades y características son las que marcan la elección del vino y el momento de servirlo.

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Vino blanco en el aperitivo

El vino blanco se debe servir en el aperitivo para preparar el estómago, e incluso el estado de ánimo, para las viandas que se van a consumir a continuación.

La opción más adecuada en el aperitivo son los vinos blancos ligeros con poca graduación alcohólica (recuerda que los vas a tomar con el estómago vacío y no es conveniente llegar a la comida algo “jumado”). El vino blanco se debe servir frío.

Manzanillas, finos y otros blancos andaluces acompañan estupendamente a los embutidos, especialmente al jamón, y a los frutos secos.

Vino blanco en las comidas

Los vinos blancos secos y muy secos tienen un gran maridaje con los mariscos, tan habituales en las fechas navideñas, respondiendo muy bien a los sabores yodados y salados.

A moluscos como los mejillones les convienen más blancos más aromáticos y ácidos.

En cuanto a los pescados, cuanta más grasa y consistencia presenten mejor les irá unos blancos de larga crianza y con carácter.

Algunas carnes también maridan muy bien con los blancos, como son las estofadas y con relleno, a las que convienen unos vinos de acidez moderada y buen cuerpo.

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Cuándo se sirve el vino rosado

vino rosado
Si quieres saber con que combinar el vino rosado en y cuando se debe tomar te lo explicamos a continuación. ¡Elige un buen vino rosado esta Navidad!

Los vinos rosados suelen ser muy suaves y versátiles, lo que permite maridarlos con un buen números de platos, desde los más ligeros (pescados a la plancha o ensaladas) hasta otros más contundentes, como las carnes.

A las ensaladas les convienen unos rosados secos, con poca carga frutal y una alta acidez. Si eliges vinos rosados para acompañar ensaladas, debes limitar los aliños con vinagre de vino o limón, ya que podría amargar en exceso. Es mejor apostar por salsas con vinagre de módena, aceite de oliva o yogur.

Para los mariscos y pescados blancos el rosado más conveniente es el joven de uva tempranillo, mientras que a los azules les van más unos rosados con más cuerpo.

Algunas carnes y quesos tienen muy buen encaje con los vinos rosados. Entre los quesos, los que mejor maridan son el Camembert y el Brie, mientras que las carnes ahumadas, las de cerdo y el pollo son las que más convienen a este tipo de vino.

Por último, los rosados también pueden ser una buena opción para distintos tipos de pastas y postres.

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Cuándo se sirve el vino espumoso

vino espumoso para navidad
Los vinos espumosos cómo el cava o el champán son ideales para brindis en celebraciones especiales cómo la navidad.

El consumo de vinos espumosos en Navidad es superior al del resto del año. Las burbujas siempre se relacionan con estas fiestas, y son estupendas para brindar y celebrar la llegada de un nuevo año. Pero los espumosos no solo son excelentes para los brindis, también maridan muy bien con diferentes platos.

Los pescados grasos son muy adecuados para los Brut Nature Blancos, como Chardonnay o Macabeo.

Variedades más aromáticas, como es el caso de la Malvasía, son perfectas para platos como los risottos, potenciando sus sabores y aromas.

Los espumosos rosados, como los de Monastrell, acompañan muy bien a las paellas de marisco. Otras, como los Pinot Noir, presentan una delicadez y elegancia muy acordes para consumir con ceviche o sushi.

La casquería, como las manitas de cerdo y los callos, son también unos perfectos aliados de los vinos espumosos rosados.

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Saber qué vino hay que servir con cada plato, es decir, el maridaje, no es una ciencia exacta. Por mucha experiencia y conocimientos que se tengan del mundo del vino, lo único que se puede mostrar son teorías, muchas bien fundamentadas. Pero la realidad, afortunadamente, es que eres tú quien tiene la última palabra, porque es tu paladar el que debe disfrutar.

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