El hecho de necesitar comidas y cenas más ligeras en verano no debe hacernos olvidar la necesidad de mantener una alimentación equilibrada también durante los meses de calor. Es muy importante que mantengamos el reparto de alimentos en desayuno, comida y cena. Si deseamos recurrir a un tentempié resultan mucho más interesantes las tradicionales tapas que las ofertas de comida rápida.
Así nació la tapa
Sobre el origen histórico de la tapa hay varias versiones. Una de estas versiones habla de que surgió como forma de proteger los vasos de vinos de las moscas que martirizaban a los parroquianos en las tabernas. Según esta leyenda se utilizaba un trozo de pan, queso, jamón o chorizo para tapar los vasos de la suciedad ambiental.
Otra versión más bonita que puede complementarse con la anterior nos dice que una enfermedad del rey Alfonso X el Sabio llevó a sus médicos a aconsejarle tomar pequeñas cantidades de alimentos entre horas acompañados de un buen vino. Posteriormente el monarca estableció que las tabernas no sirvieran vino si no era con algo de alimento. Parece lógico también que la tapa surgiera como una necesidad de tomar algo entre comidas que facilitará las energías necesarias para aguantar las jornadas de trabajo en los duros inviernos o en el calor del verano.
Distintas versiones
En Aragón y Navarra estos tentempiés se conocieron como «alifaras», mientras que en el país Vasco el uso de Potes para beber el vino llevaría a la denominación de «poteo». El contenido de las tapas variaba en cada región o pueblo.
El paso de los años hizo que la lista de ingredientes fuera ampliándose cada vez más con productos como aceitunas, chorizo, embutido, queso o jamón pero también de carne, pescado, ensaladas y huevos. Luego, los productos fritos fueron ganando primacía: calamares, boquerones, salchichas, torreznos, croquetas y patatas forman ya parte de la lista.
Las mejores tapas de verano
Verduras y gazpacho, «bombas» de vitaminas
Es aconsejable comer en general, consumir al día un mínimo de 300 gramos de verduras. En estos meses de calor un tapeo con ensaladas proporciona nuestro organismo vitamina C, carotenos, folatos, hidratos de carbono, sales minerales y fibra. Destaquemos la presencia de la fibra por su efecto trascendental en la regulación intestinal y en general en los procesos metabólicos del aparato digestivo.
Los llamados agentes fenólicos de las verduras son analgésicos, antiinflamatorios y antioxidantes. ¿Y qué mejor tapa que un buen gazpacho andaluz? Los licopenos, presentes en el tomate, son muy útiles para proteger la salud.
- Ensaladas veganas
- Ensaladas de verano de plato único
- Ensaladas originales
- Ensaladas internacionales
- Salmorejo cordobés
- Pinchos de frutas
- Guacamole mexicano
Platos de cazuela
No debemos olvidarnos tampoco de las recetas de tortillas, que pueden incorporar un gran número de ingredientes, o platos de cazuela como sería el caso de berenjenas o callos. Incluso recetas que estaban pensadas para comidas reposadas en casa o en un restaurante se han incorporado también a la lista, que llega a ser infinita, de productos de tapeo. Nos referimos a la paella o los guisos de cuchara, que se sirven simplemente en menor ración.
«Pescaíto» y algo de marisco
Pescado, pescaíto…, el nombre es lo de menos. Lo importante es que estos meses de vacaciones son un momento ideal para consumir siempre que se pueda ese pescado imprescindible en nuestra dieta de todo el año. Este alimento es rico en proteínas de gran calidad. 100 g de pescado azul ofrecen, por ejemplo, tantas proteínas y de la misma calidad que la carne y el huevo.
El pescado facilita un excelente contenido de aminoácidos esenciales. Su grasa es rica en ácidos grasos poliinsaturados omega-3, cuyo consumo se relaciona con la menor aparición de enfermedades del corazón. Y no olvidemos la gran riqueza de los pescados en minerales. Boquerones, anchoas, cazón en adobo, calamares, sepia, chipirones y, por supuesto, los riquísimos langostinos, gambas o camarones.
Carne, fuente de proteínas
Si tomamos tapas de carne y productos cárnicos estaremos consumiendo alimentos ricos en proteína de alto valor biológico, vitaminas y elementos minerales, aminoácidos esenciales que el cuerpo humano no puede producir por sí mismo en la cantidad necesaria.
Las proteínas de la carne nos facilitan la absorción de minerales. Es también muy rico su alto contenido en vitaminas del complejo B, sobre todo la B12. Los pinchos morunos, lacón, brochetas, alitas de pollo, codornices, etcétera, pertenecen a este grupo de tapas.
La rica patata
Las patatas son fundamentales en las tapas de toda la vida. Su valor nutritivo se basa en las vitaminas B6 y C pero también podemos obtener la B3. Entre los minerales que nos aporta se encuentra el potasio y el fósforo.
En nuestras tapas las encontramos en numerosas ensaladillas, la rica tortilla, las «bravas» —con salsa picante— y las «bombas».
- Ensaladilla rusa
- Patatas gajo
- Ensalada marinera de patata
Los sabrosos montaditos
Muy populares en el norte, poco a poco se han ido incorporando a la oferta de todas las regiones españolas. Una pequeña rebanada de pan sobre la que se combinan los elementos más variados. Queso tierno y salmón, queso roquefort y cebolla confitada, boquerones y pimientos, lomo y queso, jamón y pimientos, membrillo y queso, son algunos de los ingredientes de este exquisito manjar.
Venga si incluimos el pan, como acompañante o en montadito, debemos quitarnos de la mente que vamos a ganar inevitablemente peso. Solo aporta 250 calorías por cada 100 gramos. Esta cifra está muy por debajo de las que ofrecen las grasas, con 900 calorías por cada 100 gramos.
El exquisito jamón
Al recurrir en el tapeo al jamón ibérico estaremos acudiendo a un producto exquisito y nutritivo. Es rico en proteínas y en vitaminas del grupo B entre los minerales que nos ofrece se encuentra el hierro, cobre y fósforo. Nos aporta un bajo volumen de calorías. En 100 gramos hay menos de 200 calorías.
Y si acudimos al jamón de bellota encontraremos un producto en el que casi un 50% del total de sus grasas son ácido oleico. Son fundamentalmente monoinsaturadas y excelentes contra las enfermedades cardiovasculares. Su consumo ayuda a la disminución del LDL, el llamado colesterol malo.
El buen queso
Un buen tapeo suele incluir el queso, un alimento muy completo con más rico en proteínas, calcio, fósforo, grasas y una parte importante de las vitaminas de la leche. Los encontramos también en ensaladillas —tipo «feta» o Burgos —, diversos tipos de curados y otras variedades más fuertes, como el Cabrales o el Roquefort. La oferta es amplia y muy variada.
La mejor elección
A la hora de comer, cenar o tomar un tentempié a base de tapas, raciones o montaditos, si quieres elegir la fórmula más saludable, debes evitar los que llevan demasiada grasa, bien sea por la materia prima —choricitos , morcillas , torreznos , etc.—, o bien por la forma de cocción —fritos—, aunque de vez en cuando puedes permitirte el capricho de degustar estos productos.
Boquerones, anchoas, banderillas, almejas, berberechos, mejillones, tortillas y ensaladas varias son combinaciones de lo más acertadas. No olvides tampoco que, a igual aporte energético, los alimentos ricos en hidratos de carbono retrasan la sensación de hambre porque sacian más.
Bebidas para el tapeo
Tradicionalmente, el vasito de vino es el acompañamiento ideal para las tapas. No debemos olvidar las propiedades de esta bebida tomada con moderación, aunque en verano, el vino resulta quizá demasiado calórico. No obstante, un poco de vino, solo o mezclado con gaseosa, puede permitirse.
También es importante elegir vinos de baja graduación, generalmente blancos, que se toman muy frescos. Otra bebida apropiada es la cerveza, que puede elegirse sin alcohol o combinarla con limonada; los refrescos de cola encajan menos bien en la combinación de sabores, pero mucha gente los prefiere al ser refrescantes y no llevar alcohol.