El uso del acero de carbono en menaje de cocina de todo tipo, como en woks, paelleras y sartenes, cada vez está más extendido entre cocineros aficionados y profesionales. Su gran versatilidad e inigualable resistencia son solo algunas de las cualidades de este tipo de utensilios.
Las sartenes de acero al carbono son excelentes conductores y transmisores de calor, y no necesitan de capas internas ni fondos térmicos de otros metales, lo que las hace mucho más seguras para la salud en comparación a otras, como las de aluminio, cobre, teflón, etc.
Qué es el acero al carbono
Antes de entrar en materia sobre las características y cualidades de las sartenes de acero al carbono, es conveniente tener claro qué es exactamente esta aleación de metales.
Cualquier clase de acero se compone de una aleación de hierro y carbono. Tradicionalmente, el más utilizado en cocina ha sido el acero inoxidable, que suma a su aleación el cromo, un material del que carece el acero al carbono, lo que aumenta su dureza, resistencia, flexibilidad y durabilidad.
Ventajas de las sartenes de acero al carbono
Además de las cualidades mencionadas anteriormente, las sartenes de acero al carbono son perfectas para cualquier tipo de cocina, incluidas las de inducción, por su contenido ferromagnético.
Al carecer de antiadherencias químicas, su duración es increíblemente larga. Con unos cuidados adecuados, de los que te hablaremos más adelante, comprar una sartén de acero al carbono puede ser una inversión para toda la vida.
Su calentamiento es rápido y uniforme, alcanzando la temperatura deseada en muy poco tiempo, y son aptas para el horno.
Por último, el precio de las sartenes de acero al carbono es más económico que el de las de acero inoxidable tradicionales.
Sartenes libres de tóxicos
El hecho de que las sartenes de acero al carbono estén totalmente libres de tóxicos, con el consiguiente beneficio para nuestra salud, es una ventaja de este tipo de utensilio que merece una mención aparte.
Las sartenes de acero al carbono están libres de PFOA o ácido perfluorooctanoico, un tipo de sustancia utilizada para pegar los antiadherentes en las sartenes (recuerda que las de acero al carbono no llevan dichos antiadherentes). Este ácido, que se va desprendiendo con el tiempo y que termina mezclándose con los alimentos, es muy perjudicial para la salud, pudiendo llegar a ser causa de cánceres, problemas de tiroides y esterilidad.
Mientras que las sartenes de acero al carbono están libres de estos tóxicos, no se puede decir lo mismo de otros tipos de utensilios, cuyo uso es muy poco recomendable, como por ejemplo las sartenes de aluminio o de cobre.
También hay que ser muy precavido con las sartenes de porcelana, ya que buena parte de las comercializadas en el mercado tienen un recubrimiento de baja calidad que se desprende con el uso, mezclándose con los alimentos e intoxicándolos.
Por último, mención aparte merecen las sartenes de teflón, que durante muchos años utilizaron PFOA en su antiadherente, algo que ha ido cambiando en los últimos tiempos. Sin embargo, todavía hay marcas que siguen utilizado este componente tóxico.
Mantenimiento y limpieza de las sartenes de acero al carbono
Dos son los aspectos que hay que tener en cuenta para sacarle el máximo partido a las sartenes de acero al carbono, y ambas son muy sencillas. En primer lugar, es necesario curar la sartén y por otro limpiarla adecuadamente.
Cómo curar las sartenes de acero al carbono
Como ya te hemos indicado, esta sartenes no llevan ningún antiadherente químico, lo que no quita que sea necesario preparar su superficie para convertirla en una sartén antiadherente.
Aunque la superficie de las sartenes de acero al carbono son totalmente lisas a primera vista, lo cierto es que cuentan con unas grietas microscópicas que deben cubrirse para que su superficie adquiera la antiadherencia deseada. Es un proceso muy sencillo que debes realizar antes de empezar a usarla. Estos son los pasos:
- Embadurna su superficie con un algodón empapado en aceite de oliva. No vale un pasado superficial, debes hacerlo a conciencia, hasta que el aceite penetre en esas grietas casi invisibles.
- Introduce la sartén embaduranda en aceite en el horno, a una temperatura de 180 grados, durante una hora.
- Una vez pasada la hora, saca la sartén, deja que enfríe y, posteriormente lávala (evita estropajos que puedan rayarla).
Una vez que la hayas secado, tu sartén de acero al carbón estará preparada para ser utilizada sin peligro de que los alimentos se peguen.
También puedes curar la sartén utilizando la vitrocerámica o una hornilla de gas. En este caso tendrás que dejar la sartén —previamente engrasada— a fuego fuerte hasta que comience a humear. Tras un par de minutos, deja que se enfríe. Repite el proceso tantas veces como necesites hasta que la superficie de la sartén oscurezca.
Alimentos ácidos como el tomate, el limón o el vino dañarán la capa antiadherente de tu sartén; en tal caso, bastará con volver a curarla.
Cómo limpiar las sartenes de acero al carbono
No es recomendable lavar las sartenes de acero al carbono en el lavavajillas ni utilizando detergentes abrasivos. Lo mejor es que lo hagas a mano después de cada uso, evitando, como ya te hemos indicado, estropajos demasiado agresivos que puedas rayar su superficie. Un estropajo convencional y agua caliente será todo lo que necesites.
Después el lavado es importantísimo secar la sartén para evitar su oxidación. Tras el secado, conviene engrasar toda la sartén con un poco de aceite; esto la protegerá evitando que se oxide.
Nunca la dejes en remojo; acostúmbrate a limpiarla, secarla y engrasarla nada más usarla. Ese es todo el mantenimiento que necesita; además de curarla —si fuese necesario— de tanto en tanto.
La mejor marca de sartenes de acero al carbono
Las principales marcas de menaje y utensilios de cocina del mundo cuentan entre sus catálogos con sartenes de acero al carbono, pero entre ellas brillan con luz propia las de la prestigiosa firma De Buyer.
De Buyer es un marca francesa que lleva comercializando artículos de cocina desde hace casi 200 años (fue fundada en el año 1830), con unos productos que destacan por su altísima calidad. Sin duda, la mejor elección para freír, tostar y dorar todo tipo de alimentos conservando su sabor y sin riesgo de intoxicaciones.
Tanto si eres un cocinero profesional como si únicamente eres el chef de tu hogar, optar por las sartenes de acero al carbono, y en general por todos los utensilios fabricados en este material, es la mejor apuesta para tu paladar y para tu salud.
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