La piel debe cuidarse todo el año, pero es quizá antes del verano cuando debemos garantizar su buena salud para que pueda afrontar en condiciones el calor, la exposición solar, el cloro de las piscinas… Por este motivo, es imprescindible que presente una producción de grasa equilibrada y un pH adecuado, también con el fin de evitar la tirantez y sequedad, tan frecuentes en la época estival.
Además, debemos proteger la piel de posibles problemas eventuales como las quemaduras, arañazos…, responsables de acelerar su mal aspecto y deterioro.
Para conseguirlo, la naturaleza nos brinda sus valiosas fórmulas alternativas (bastante difíciles de igualar), de alta eficacia hidratante, suavizante, calmante y refrescante . La utilización de los siguientes remedios naturales es sencilla y te garantiza para estas vacaciones una piel brillante y elástica, fuerte ante cualquiera de las agresiones del medio ambiente.
Piedra pómez para suavizar
Los codos y talones rugosos y agrietados se pueden prevenir con la piedra pómez. Si se pasa a diario tras la ducha, actúa eliminando la piel muerta. Además, masajea tus pies y codos con manteca de karité o aceite de aguacate. Se trata de zonas con tendencia al engrosamiento y deshidratación, sobre todo en verano.
Avena para la sequedad
Está mascarilla es idónea para la piel seca: se compone una cucharada de harina de avena, una cucharada de aceite de almendras dulces y una cucharada de yogur natural. Aplícate la 15 minutos, el resultado es una piel más aterciopelada y suave. El cloro de las piscinas, la sal o el exceso de sol hacen que notemos tirantez, señal de que necesitamos hidratación.
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Refrescante aloe vera
Como es bien sabido, el aloe vera es un gran regenerador celular, muy indicado para después del sol. Esta planta, de acción refrescante y analgésica, resulta especialmente efectiva en eccemas y quemaduras. Se aplica la pulpa del aloe vera sin manipular sobre la piel, o bien en forma de gel, cremas o pomadas.
Arcilla para las picaduras
En caso de picaduras de insectos, tan frecuentes en esta época del año, la arcilla es —probablemente— el remedio más efectivo y rápido. En el mismo momento de la picada, elaboramos una pasta en la mano con arcilla del lugar y nuestra propia saliva, que extenderemos sobre la picadura, dejando que se seque.
Hidratación con jojoba
El aceite de jojoba se aplica externamente en pieles sensibles e irritadas. Las ceramidas de esta planta, muy parecidas a las que constituyen la epidermis, permiten una hidratación profunda y una reestructuración del equilibrio graso de la piel. Este aceite forma parte de muchos preparados de cosmética natural.
Baños tibios depurativos
La cola de caballo es una de las plantas mejor valoradas para los problemas de la piel. Se recomienda para curar heridas cutáneas, arañazos, rozaduras, etcétera. Basta con preparar una decocción de la planta fresca o seca (50 gramos por litro de agua) y, una vez tibia, se aplica en forma de baño sobre la zona afectada.
Agua termal tonificante
Los preparados termales en vaporizador para la cara tonifican tu cutis, activan la circulación y tienen un efecto descongestivo que proporciona frescor y bienestar inmediatos. Están formulados a base de aguas termales poco mineralizadas, ricas en silicatos y magnesio. Si las utilizas a diario, suavizan tu piel.
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