Antes de entrar de lleno en las virtudes de la sal Maldon, debes saber que en el mercado puedes encontrar diferentes tipos de sal que se distinguen por su sabor, tamaño del grano, color, composición o la facilidad con la que se disuelve. También la procedencia, la forma de extraerla y su posterior tratamiento se tienen en cuenta a la hora de clasificarla. Así, el principal rasgo característico de este aderezo es que se presenta en pequeñas láminas y, además, que tiene un sabor contundente y suave, como no sucede con otros tipos de sal.
¿Cómo se elabora la sal Maldon?
No es la primera vez que una marca sirve para denominar a un producto genérico. En este caso, la marca británica Maldon Crystal Salt da nombre a este condimento de lujo.
El apreciado ingrediente procede de las salinas del condado de Essex (Inglaterra) y se elabora de forma totalmente artesanal, sin añadirle aditivos de ningún tipo. En primer lugar se recoge el agua del mar durante la marea alta y se deja reposar para más tarde filtrarla. Luego se lleva ebullición y se cuece a fuego lento.
Una vez escurridos los cristales y colocados en una bandeja plana, se introducen en un horno para secar la sal completamente. El resultado es una sal pura exquisita, pero con un coste bastante elevado, si se compara con la versión común.
Sin embargo, está claro que el producto vale la pena y que el precio no es ningún obstáculo. De hecho, desde que empezó a comercializarse nuestro país, hace más de una década, ha triplicado sus ventas en los últimos años y actualmente se distribuyen cerca de 200.000 kilos. España es ya el segundo consumidor del mundo por detrás del Reino Unido, y la sal Maldon se ha convertido en un condimento habitual en preparaciones tradicionales como carnes pescados o verduras a la plancha.
Los rasgos de su exclusividad
Este tipo de sal se diferencia de la común por:
- Su textura y su presentación. Se consume en pequeños cristales en forma de escamas, que resultan visibles en el plato (dándole un toque decorativo de auténtico gourmet) pero después se disuelven en la boca.
- Tiene un intenso sabor salado pero agradable, sin regusto amargo. Además, cada vez que una de las escamas se deshace en la boca se logra un «pico de sabor».
- Su precio. Entre 5,5 y algo más de 6 € por cada 250 gramos (aunque cunde mucho), dependiendo del establecimiento. El kilo de sal común, en cambio, ronda los 30 céntimos; y el precio de la sal marina sin refinar es de aproximadamente 1€.
- Debe añadirse justo antes de servir el plato. Al disolverse fácilmente, debe agregarse siempre en el último momento y no durante la cocción, así logra potenciar el sabor de los distintos ingredientes de la receta.
Usos de la sal Maldon
Su uso no es exclusivo de la alta cocina. Resulta muy acertado para sazonar carnes rojas o pescados a la parrilla. También se recomienda para aderezar un foie gras cocinado a la plancha.
Resulta increíble para dar un toque especial al pulpo a la gallega o a unos calamares o chipirones a la brasa.
Además realza el sabor de las verduras (cimientos, espárragos, calabacín, puerros o cebolleta) a la plancha o a la parrilla, ir a sabor a todo tipo de setas cocinadas a la brasa con un chorrito de aceite de oliva. También resulta ideal para aderezar una ensalada o unos buenos tomates (tipo raf o de Montserrat).