Las legumbres se encuentran entre los alimentos más completos para los seres humanos, hasta el punto de que los nutricionistas recomiendan su consumo entre 2 y 4 veces a la semana. En el caso de los bebés es recomendable esperar hasta los 6 meses para introducirlas en su dieta, momento en el que su sistema digestivo ya está preparado para asimilar convenientemente el alto contenido en proteínas y fibras de estos alimentos.
Beneficios de los garbanzos en la dieta de los bebés
El puré de garbanzos, una de las legumbres con más alto valor nutricional, es una de las formas clásicas de introducir las legumbres en los menús de los pequeños. Aparte de sano, les encanta, así que no suele haber problemas para que lo coman con placer.
El puré de garbanzos para bebes les aporta una gran energía por su riqueza en hidratos de carbono, su alto contenido en fibra favorece su tránsito intestinal y sus abundantes proteínas contribuyen a su crecimiento y desarrollo muscular.
Otros beneficios de este delicioso y saludable puré es la fuerte presencia de vitamina B, minerales como el fósforo, el potasio y el hierro y su bajo contenido en grasas, evitando problemas de sobrepeso u obesidad.
A continuación te mostramos los ingredientes y el paso a paso para elaborar un puré de garbanzos para bebés que haga las delicias de tu pequeño.
Ingredientes del puré de garbanzos para bebés
Con estos ingredientes obtendrás un delicioso puré de garbanzos ideal para bebés de todas las edades. También puedes elaborar un puré a partir de este cocido o puchero suave para bebés. Y si necesitas más ideas, puedes agregar un puñado de garbanzos cocidos a cualquier puré; funcionará especialmente bien con los de verduras y carnes. ¿Algunos ejemplos? Puré de pollo para bebés, puré de zanahoria para bebés, puré de batata para bebés, puré de ternera para bebés…
- 200 g de garbanzos previamente cocidos
- 1 patata
- 1/4 de cebolla
- Aceite de oliva virgen extra
Puedes agregar al gusto otros ingredientes como zanahoria, judías verdes, pechuga de pollo…
Paso a paso
Nunca aconsejamos utilizar legumbres de bote, menos aún para preparar comidas caseras para bebés. Si no tienes opción, asegúrate de enjuajar bien los garbanzos antes de utilizarlos, pero recuerda: es preferible que cocines tú los garbanzos antes de que los compres cocidos.
En cuanto a la piel del garbanzo, no es necesario retirarla; de hacerlo, estarías prescindiendo de una importante cantidad de fibra, necesaria para que el organismo de tu bebé funcione como es debido. No obstante, si crees que la piel de las legumbres dificulta la digestión de tu hijo, puedes retirarla con la ayuda de las manos o pasando los garbanzos por un pasapurés.
- Pon la patata limpia y troceada a cocer en un poco de agua, junto con el cuarto de cebolla. Una vez tierna la patata (unos 15-20 minutos), retira del fuego. Pon la patata y la cebolla en un bol o baso de batir, y reserva el agua de cocción.
- Agrega al bol los garbanzos cocidos y un chorrito de AOVE. Tritura hasta obtener una pasta espesa.
- Añade caldo de la cocción (o caldo de pollo o de verduras que tengas reservado) hasta conseguir la textura deseada. Tambén puedes agregar un poco de leche materna o de fórmula.
- Sirve templado.
Si a tu bebé no le importa encontrar pequeños trozos en la comida, puedes chafar con un tenedor los ingredientes de este puré, incluyendo los garbanzos, en lugar de triturarlo todo con la batidora o el procesador. También puedes echar un vistazo a estas recetas con garbanzos para bebés (BLW).
Esperamos que tanto a ti como a tu bebé os guste este delicioso y sencillo puré de garbanzos. Y si no tienes mucho a mano, ¡no te compliques la vida! Unos garbanzos molidos con un chorrito de zumo de limón serán ingredientes suficientes para conseguir un plato rico y nutritivo para tu pequeño.
