Decoración de Navidad según el Feng shui

Para los occidentales la Navidad es una gran celebración. Por una parte, los católicos celebran el nacimiento del niño Jesús, quien simboliza la venida de la luz al mundo; por otra, esta fiesta es, desde la antigüedad, conmemorada por por ser el solsticio de invierno, a partir del cual los días comienzan a crecer en luz.

Velas de colores

Por tanto, desde cualquier creencia o ideología, la Navidad es la fiesta de la luz, así que en estas fechas no deben faltar velas tanto de color natural como rojas, verdes o doradas —los colores básicos de esta celebración—.

Podemos colocarlas sobre el árbol, eligiéndolas para ello de papel o cartón —materiales reciclables—, en los colores señalados; también podemos optar por componer un centro de mesa navideño, en el que combinaremos las velas con granadas y muérdago; o, quizá, te guste más colocar un velón junto a una figura niño Jesús o un Belén.

Otros elementos imprescindibles en esta gran fiesta son, además del muérdago y las granadas: canela, piñas secas, naranjas, cinta de color rojo verde o dorado, y cualquier otro objeto de adorno de estos colores que potenciarán la energía positiva en la casa y, por tanto, atraerán la suerte al hogar.

Indispensable en Navidad: la mesa

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En la mesa será todo un acierto colocar un centro adornado con naranjas y granadas, las frutas de invierno; la primera, en nuestra cultura, está asociada al sol, por tanto, es portadora de buen Chi —energía—, y en el Feng shui, se considera una fruta que trae suerte a raudales.

La segunda está asociada al rojo y a nuestra energía vital, —la sangre—, y es considerada por el Feng shui como un símbolo de fertilidad y no solo en el más estricto sentido de la descendencia sino en su más amplio sentido, puesto que la granada representa, también, la creatividad: esta fruta para los chinos, bendice a los padres con hijos cariñosos que traerán gloria y honor a la familia.

Usa para la mesa manteles típicos de Navidad, en dónde se potencian los colores de éstas. Evita los manteles excesivamente cargados de adornos y dibujos y decántate por lisos o estampados ligeros.

Escoge servilletas a juego con la mantelería y colócalas sobre el plato, enrolladas con alguna cinta de material natural.

En tu hogar

Adorna tu casa y llénala de buen Chi de la siguiente manera:

• Evita un exceso de adornos y opta por lo esencial, tal y como propone el Feng shui.
• Procura no mezclar colores, excepto los recomendados: el rojo porque aporta la energía vital que necesitamos; el verde porque relaja el ambiente y concilia posiciones, y el dorado por qué representa la luz y la prosperidad.
• El muérdago debe ocupar, también, un puesto de honor en tu casa. El lugar más indicado es el umbral de la puerta principal, para protegernos de epidemias y enfermedades.
• Quema incienso con aroma de sándalo o salvia. Mantendrá limpio el ambiente y generará armonía en las relaciones.
• El árbol y el musgo del pesebre, mejor naturales.
• Los lazos de algodón rojos, verdes y dorados, las velas, las bolas de cartón de los colores mencionados, o las estrellas de cinco puntas, son básicos para crear ambiente navideño.
• La planta de la Navidad debe presidir nuestro salón: cuídala con mimo y ponla en el lugar más luminoso.

Además, pon velas y enciéndelas tanto antes como después del ágape, mantén durante todas las fiestas una vela encendida para atraer la luz y el buen Chi, y coloca, tanto el árbol como el pesebre —los símbolos más representativos de la Navidad—, orientados hacia el nordeste, la dirección por donde sale el sol.

Recuerda que en estas fiestas es importante acudir a colores dorados, plateados y rojizos para atraer la abundancia y la prosperidad. Despedir el año viejo y dar la bienvenida a uno nuevo es una excelente oportunidad para desprendernos de todo aquello que no nos sirve y llenarnos de energía limpia y renovadora; y tu casa, es el escenario perfecto para empezar a poner en marcha la puesta al día.