Hoy en día vivimos en una sociedad en la que —tristemente— los niños están 100% apartados de la vida diaria de los adultos. Para muchos, la compra aparece mágicamente en la nevera, la ropa vuelve a estar limpia en sus cajones o su habitación recogida cuando vuelven del colegio.
El estrés diario hace que los niños se pierdan gran parte de las actividades de los adultos.
¿Invitas a tus hijos a la cocina de tu casa?
Hundir las manos en harina.
Conseguir pelar una manzana.
Batir un huevo.
Exprimir unas naranjas.
Untar un molde o un poquito de pan…
¡Sin duda, la cocina es un gran laboratorio sensorial para los niños! Un espacio de juego privilegiado donde pueden aprender y divertirse al mismo tiempo.
Muchos padres temen y lo evitan. Sobre todo por la proximidad de herramientas cortantes y fuentes de calor (también por el posible caos que se pueda generar), aunque desde un punto de vista educativo, habilitar una cocina Montessori en casa tiene muchos beneficios:
- Sirve para entender los alimentos y la naturaleza
- Ejercitan sus manos y sus sentidos
- Amplían su vocabulario y aplican las matemáticas a la realidad (cortando, repartiendo, mezclando…)
- Y sobre todo: les ayuda a ser más autónomos
La cocina nos abre una ventana de posibilidades; nos ofrece un tiempo de calidad, presente con nuestros hijos y lleno de comunicación con un montón de aprendizajes que probablemente no habías valorado.
Pero… ¿Te has planteado qué debemos tener en cuenta antes de invitar a los niños a la cocina?
En el post de hoy queremos hablaros de los aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de hacer de la cocina un lugar seguro y autónomo para los niños, con varios ejemplos de actividades de vida práctica que facilitarán la inclusión de los peques en las tareas del hogar.
La cocina Montessori es mucho más que un juego simbólico. Crear un ambiente preparado y seguro en la cocina le ofrece a los niños la gran oportunidad de desarrollar importantes habilidades, entre las que destaca la tan necesaria —y, a menudo olvidada,— autonomía.
¿Cómo adaptar tu cocina a la pedagogía Montessori?
Como adultos, lo primero que tenemos que hacer antes de invitar un niño a la cocina es tener todo preparado y adaptado a ellos para que puedan ayudarnos a cocinar con seguridad y libertad.
Utilizar utensilios de cocina reales
Busca cuencos, cubiertos y jarras acorde a su edad. Siempre solemos darles a los niños utensilios de plástico por miedo a que puedan hacerse daño o puedan romperlos.
Los niños necesitan saber cuál es el tacto de los diferentes materiales. Necesitan tocar un vaso de cristal, una jarra de porcelana o una tabla de madera… ¡Y los hay de pequeño tamaño para sus manitas y no son de plástico!
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Pon las cosas a su altura
Reserva un espacio donde colocar todos los utensilios y herramientas de cocina que vayan a utilizar en armarios y cajones a la altura de los niños y dejar fuera de su alcance lo que pueda ser peligroso para ellos.
Exceptuando los productos tóxicos, en la cocina también debemos disponer de un armario a su alcance para guardar productos de limpieza que fomenten la colaboración del niño en las tareas del hogar, como escoba o cepillo para barrer, recogedor, fregona, trapos, cubos…
Si no puedes adaptar la altura de los espacios, te resultará de gran ayuda una torre de aprendizaje.
Paciencia y confianza
Antes de empezar es importante entender que es imposible que los niños no se ensucien entrando en la cocina, hay que intentar no agobiarse con la suciedad o el desorden. Incluso eso es fuente de aprendizaje porque después tendrán que aprender nuevas habilidades como recoger y limpiar.
Observa cada proceso y no te centres en el resultado; admira cómo coge habilidad en sus manos en cada movimiento, cómo sigue los pasos, su nivel de concentración… Disfruta el camino.
Algo también fundamental es confiar en nuestros hijos para contribuir al buen desarrollo de su autoestima, así como tener paciencia a la hora de enseñarles y respetar sus tiempos.
Algo que se hace en Montessori es presentar lentamente a los niños las actividades que vayamos a hacer en la cocina, y hacerlo con precaución porque estarán observando todos los detalles. Usa la menor cantidad de palabras en tus explicaciones, eso hará que se fije en tus manos y movimientos: su mente absorbente es asombrosa.
Si en algún momento necesitas cortar o tocar el fuego, puedes pedirle de forma asertiva que te observe con sus manitas entrelazadas detrás de su espalda, con el fin de evitar accidentes y peligros.
Ejemplos de actividades de vida práctica para los niños en la cocina
Poner la mesa
Los manteles Montessori para comer ayudan a delimitar y dar orden. Cada plato, vaso y cubiertos se colocan en su lugar así como la servilleta, la jarra para servir el agua y si es posible, dar un toque de belleza con un pequeño jarrón de flores que hayan podido preparar previamente.
Y si lo hacemos para los demás, entramos con otras áreas como gracia y cortesía.
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Cortar una manzana
Muéstrale cómo aprender a ponerse un delantal y a preparar la actividad con una bandeja, un protector para la mesa, un plato para servir y unas pinzas.
Una excelente actividad a realizar siempre en cualquier cocina Montessori es cortar trozos de manzana para el postre, la merienda o una ensalada. Con un cortador de manzana, en la presión que se ejerce, el niño logrará cortar en un solo movimiento la manzana en 5 pedazos. Luego para servir los trozos es perfecto usar las pinzas, que pueden ser ergonómicas o de bambú. Ejercitar las manos es importante en los niños.
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Rallar queso, cáscara de limón o chocolate
Es muy importante que en la cocina siempre ofrezcamos a los pequeños objetos de su tamaño. Cortar con un rallador mini es fundamental para sus manitas.
Podrá rallar, por ejemplo, chocolate para prepararlo a la taza en un día especial. Como siempre, hay que tener primero todos los elementos preparados: una bandeja, el rallador-mini dentro de un cuenco, chocolate, y un recipiente donde ir guardando la ralladura hasta que sea suficiente. Delantal y protector también se usan en todas las actividades de preparación de alimentos.
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Cortar frutas o verduras
Preparar alimentos con el cuchillo de autonomía o el cortador de verduras resulta de lo más práctico para cortar plátano, tomate, pimiento, calabacín…
Además de permitirles aportar, es una actividad en la que trabajamos indirectamente la observación, coordinación e incluso las primeras divisiones o fracciones. Actividades sencillas como esta le permitirán en un futuro comprender conceptos abstractos como partir o dividir.
Utiliza utensilios seguros para cortar:
Barrer y recoger
Con escoba, recogedor, cepillo a su medida…
En casa es más habitual que podamos tirar al suelo harina, comida, pisar una galleta… Aprovecha estos momentos para enseñarles a hacerlo sin nuestra ayuda. (Nunca dejes que recoja cristales ni objetos cortantes).
Descubre la escoba de mano + recogedor de mano Montessori
Verter y hacer trasvases
Los niños, desde muy pequeños, muestran cuándo tienen «sed» pidiendo «agua».
Dejar a su alcance una pequeña jarra y un vaso para que puedan servirse cuando tengan sed, les da mucha autonomía y libertad. Deja siempre la cantidad de agua justa para evitar mayores desastres y muéstrale también como recoger el agua que no caiga en el vaso con una esponja o un paño:
Como ves, todas las actividades tienen además de una finalidad, un proceso.
Descubre en Montessori para todos un montón de materiales de vida práctica y cocina para niños:
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