Hace años que en casa conocimos las lindezas que proporciona al organismo el té de kombucha, una bebida carbonatada que data de la dinastía china Tsin (221 a. C) y que contiene multitud de propiedades beneficiosas y que se puede preparar fácilmente desde casa.
Hoy desde BABYCOCINA te contamos qué es la Kombucha, cuáles son sus beneficios para la salud, qué necesitas para prepararla y cómo debes hacerlo. Además, te proponemos algunas recetas de kombucha aparte de la receta básica tradicional.
¿Qué es la Kombucha?
La kombucha es una bebida que se forma a partir de té azucarado, generalmente té verde o té negro, y un cultivo simbiótico de levaduras y bacterias beneficiosas conocidas como SCOBY (Symbiotic Culture of Bacteria and Yeast) u hongo kombucha.
El llamado SCOBY (hongo kombucha madre) es el encargado de transformar los polifenoles del té con azúcar en una combinación de microorganismos saludables que en multitud de culturas llegan a considerarse el elixir de la vida y de la inmortalidad.
Para adquirir el hongo kombucha puedes acudir a tiendas especializas como Amazon, donde por menos de 20€ recibirás la kombucha madre más el líquido activador o iniciador de kombucha, que es parte de la bebida fermentada que posee activas las bacterias y levaduras necesarias para el cultivo. He aquí algunas de las mejores opciones de compra:
Beneficios y propiedades del té de kombucha para la salud
Son muchas las propiedades del té de kombucha para la salud, siendo los siguientes algunos de sus beneficios más destacables:
- Su efecto probiótico mejora el proceso de digestión, aumenta la flora intestinal y fortalece la absorción de nutrientes en el organismo.
- Sus enzimas y contenido en vitamina B12 ayudan a fortalecer el sistema inmunológico.
- Promueve la eliminación de toxinas del hígado y de la sangre, incentivando la desintoxicación de todo el cuerpo.
- Aporta antioxidantes al organismo.
- Regula el PH sanguíneo.
- Contribuye a la pérdida saludable de peso.
- Previene de enfermedades como la diabetes o el cáncer.
Algunos de los componentes responsables de los beneficios asociados al consumo del té de kombucha son los siguientes:
- Ácido acético.
- Ácido láctico.
- Antioxidantes (catequina y galato de epigalocatequina o EGCG).
- Vitaminas C, B1, B6 y B12.
Ingredientes necesarios para hacer kombucha en casa
Para preparar la receta de kombucha, lo más importante es que conozcas los ingredientes que vas a necesitar:
- 1 Scoby (Kombucha madre).
- Un poco de líquido iniciador.
- Azúcar blanca o azúcar de caña.
- Té verde o té negro.
- Agua.
Además de estos ingredientes básicos, es importante que te hagas con un tarro de cristal de, al menos, 1 litro de capacidad, una tela transpirable (opcionalmente te servirá una gasa o papel de cocina) y unas gomas elásticas o una cinta para mantener la tela fija a la apertura del bote. Fíjate en las siguientes imágenes y amplíalas si es necesario:
Para conservar tu bebida de kombucha, una vez fermentada, te serán de gran ayuda unas botellas herméticas de cristal.
¿Qué té utilizar para preparar la kombucha?
En cuanto a qué té utilizar para elaborar la kombucha, es imprencindible que sepas que no todos los tés son válidos. Entre los nutrientes que la kombucha utiliza del té, destacan el nitrógeno, la cafeína y la teanina, por lo que utilizar otro tipo de preparados herbales no provinientes de la camellia sinensis puede acabar matando al cultivo debido a la carencia de fuente esencial de alimentación que precisa el SCOBY para mantenerse vivo y saludable.
No obstante, una vez que te familiarices con el hongo y consigas reproducir la kombucha madre (se reproduce rápido y sin hacer nada), no habrá problema con que experimentes con distintos preparados de hierbas en combinación con tés de la familia camellia sinensis. A continuación, te muestro los tés más apropiados para preparar tus recetas de kombucha:
- Té negro: el té negro es el más utilizado para elaborar kombucha por sus propiedades para promover una fermentación óptima del cultivo. Además, mantiene la bebida con un nivel de PH adecuado y matiza el sabor de la kombucha con notas afrutadas similares a las de la sidra.
- Té verde: el té verde es rico en polifenoles y en combinación con la kombucha da lugar a una bebida de color menos intenso que la elaborada con té negro. Asimismo, su sabor es más suave, recordándonos a los matices del vino blanco o el champagne y obteniendo increíbles resultados en su versión de jazmín. Hay que tener en cuenta que la fermentación de la kombucha con té verde es algo más rápida que con té negro.
- Té blanco: el té blanco no se recomienda para elaborar kombucha a no ser que se combine con otros tipos de tés como el negro o el verde. Este tipo de té no ha madurado del todo y se ha visto sometido a procesamiento antes de adecuarse al público. Sin embargo, combinado con tés más puros da como resultado una kombucha floral muy rica en catequinas.
- Té oolong: este tipo de té produce una kombucha con tonos ambar de sabor afrutado con matices florales y herbales. En combinación con el SCOBY, genera un preparado con sabor suave, quedando a medio camino entre el té verde y el té negro.
Ten en cuenta que cuando elaboras kombucha estás tratando con un ser vivo, por lo que cuanto mayor sea la calidad de la materia prima utilizada, mejor será la salud de tu cultivo. Utiliza tés orgánicos siempre que te sea posible. Comparto con ustedes algunas de las mejores opciones:
Peligros de la kombucha: aspectos de seguridad básicos
La kombucha es una bebida segura siempre que se tengan en cuenta aspectos de seguridad básicos. Antes de iniciarte en la elaboración casera de este cultivo milenario, es de suma importancia que conozcas las siguientes recomendaciones de cara a evitar los peligros o riesgos que se asocian a su consumo:
- Utiliza recipientes y utensilios limpios en la elaboración. Asimismo, ten siempre las manos limpias y maximiza la higiene de la zona de trabajo.
- Bajo ningún concepto utilices recipientes de cerámica o con contenido en plomo. La acidez del té de kombucha puede filtrar los químicos del recipiente a la bebida provocando riesgos de envenenamiento por plomo.
- No consumas más cantidad de la recomendada.
- Evita consumir gran cantidad de té proveniente de un cultivo excesivamente fermentado. Su alto contenido en ácidos puede producir acidosis en el organismo. Aplica la regla 7-10 días para el primer fermento y 5 – 7 días para el segundo.
- No tomes kombucha si padeces de alcoholismo. La bebida casera contiene 0.5 por ciento de alcohol por volumen, por lo que puede resultar contraproducente para personas que sufren de problemas con el alcohol.
- Almacena la bebida en un lugar frío para evitar la aparición de hongos y bacterias malas que proliferan a altas temperaturas.
La aparición de filamentos oscuros en el cultivo de kombucha es algo normal y bastará con deshecharlos cada vez que retires el SCOBY y filtres la bebida tras la primera fermentación. No debes confundir estos restos con el crecimiento de mohos Aspergillus que sí indicarían que el cultivo de kombucha se ha contaminado.
A continuación, te muestro algunas imágenes ampliables de kombucha contaminado para que, en el extraño caso de que te ocurra, logres determinar cuándo debes tirar tu cultivo.
Teniendo en cuenta los consejos mencionados, preparar y tomar kombucha casera no supondrá ningún problema para tu salud.
Recetas de kombucha: segundo té con mucho sabor
En el paso a paso de esta receta (más abajo) te muestro cómo se hace la kombucha básica, aquella cuyos únicos ingredientes son el té y el azúcar. Esa elaboración primaria dará lugar a la bebida de kombucha que posteriormente deberá fermentarse por segunda vez, ya sin el SCOBY.
Ahora bien, en la segunda fermentación se pueden añadir nuevos ingredientes para conseguir un sabor totalmente distinto al sabor de la kombucha tradicional, y esas son algunas de las recetas que también quiero mostrarte.
Asegúrate de seguir el paso a paso hasta filtrar la primera fermentación y, justo entonces, incorpora los ingredientes que te propongo en las siguientes recetas. Después, deja que se produzca la segunda fermentación antes de consumir tu bebida. Los ingredientes están pensados para aproximadamente 1 litro de té de kombucha; si vas a utilizar varias botellas en la segunda fermentación, intenta redistribuir las cantidades de forma más o menos equitativa.
Kombucha con menta, naranja y jengibre
Ingredientes:
- 2 cucharadas de menta fresca.
- 2 cucharaditas de jengibre fresco.
- Ralladura de una naranja.
- El zumo de 1 naranja.
Kombucha con hierba buena, limón y mango
Ingredientes:
- 4 cucharadas de trozos de mango fresco.
- 2 cucharadas de hojas de hierba buena.
- El zumo de medio limón.
Kombucha con fresas y limón
Ingredientes:
- 6 fresas a trozos.
- El zumo de 1 limón.
- 2 cucharadas de hierba buena fresca.
- 2 cucharadas de albahaca fresca.
Preguntas frecuentes
A continuación, resolvemos algunas de las inquietudes más frecuentes en relación al consumo y preparación del té kombucha. Si tienes alguna otra duda, escríbenos un comentario y estaremos encantados de ayudarte.
🍵 1. ¿Es peligroso tomar té de kombucha?
La kombucha es un cultivo vivo que puede ponerse en mal estado al igual que sucede con todo tipo de alimentos. Una conservación incorrecta puede acabar contaminando el cultivo ocasionando efectos negativos a tu organismo. No obstante, un té contaminado es fácil de distinguir, por lo que tomar té de kombucha es seguro siempre que el cultivo se encuentre saludable.
🍵 2. ¿Qué cantidad de kombucha tomar?
Si vas a comenzar a tomar kombucha, una dosis de 100 ml de té al día suele ser suficiente para empezar a notar sus beneficios. Aumenta la dosis diaria de manera regular hasta mantener un consumo de dos a tres tazas al día.
🍵 3. ¿Cómo empezar a tomar té de kombucha?
Una ingesta regular de kombucha garantiza que tu organismo se beneficie de todas la propiedades que posee la bebida; asegúrate de tomar la dosis adecuada al menos 2 o 3 veces por semana. Para aumentar los efectos del té, puedes consumir kombucha de forma diaria.
🍵 4. ¿Qué ocurre si tomas demasiada kombucha?
Excederse en el consumo de kombucha puede provocar diarreas y malestar intestinal. No excedas la dosis recomendada de 3 tazas al día y disminuye la cantidad ingerida en caso de percibir síntomas similares a los de una indigestión.
Cómo preparar Kombucha
Antes de comenzar a contarte el paso a paso para hacer el té de kombucha en casa, me gustaría hacer un inciso para decirte que es vital mantener la higiene en todo el proceso de elaboración y manipulación. Lava tus manos siempre que manipules tu SCOBY y mantén la zona de «trabajo» limpia y despejada.
Ingredientes
- 1 -
- 3 cucharadas de -
- 80 g de -
- 1 litro de -
Pasos
- Prepara una infusión de 3 cucharadas de té por litro de agua; evita usar agua del grifo. Ten en cuenta que el agua no debe llegar a hervir, en caso contrario, deberías esperar unos minutos antes de agregar las hojas de té. Para que te hagas una idea, la temperatura ideal para infusionar té negro y té oolong es de 95ºC (poco antes de que el agua comience a hervir); si vas a utilizar té blanco o té verde, intenta utilizar agua caliente en un rango de 65ºC a 85ºC.
- Una vez incorpores el té y aún con el agua caliente, incorpora 80 gramos de azúcar por cada litro de agua utilizado. Remueve hasta que el azúcar se disuelva por completo en el té.
- Solo cuando la infusión de té azucarada esté totalmente fría, deberás añadir el SCOBY junto al arrancador. Como te comentaba al principio, el arrancador es un líquido de bebida kombucha ya fermentada que ayuda a que el cultivo fermente. Dicho preparado viene junto a tu SCOBY cuando lo compras por primera vez; más tarde, tu preparación creará este líquido que te servirá para reproducir tus SCOBY bebés. Si no posees el arrancador o iniciador de kombucha, puedes agregar opcionalmente 1 cucharada de vinagre por cada litro de infusión teniendo en cuenta que tu primer preparado tendrá un sabor ligeramente más ácido. Mi consejo es que primero introduzcas el SCOBY y el líquido arrancador en el tarro de cristal y posteriormente viertas el té encima. De esta forma, si sobra algo de té bastará con no incorporarlo al tarro.
- Tapa el tarro de cristal con un paño limpio y transpirable y sujétalo con una goma elástica o similar. Esto ayuda a que el hongo respire al mismo tiempo que evita que le entre polvo a la bebida.
- coloca el tarro a temperatura fresca en un lugar seco, limpio y oscuro durante, al menos, siete días. Ten en cuenta que el tiempo ideal de fermentación de la kombucha dependerá de la intensidad de sabor y ácidez que busques. Te recomiendo que empieces con 7 días, 10 días a lo sumo, y que a partir de ahí, decidas si la acidez es o no la deseada. Cuanto más tiempo dejes fermentar tu cultivo, mayor acidez presentará el sabor de la bebida.
- Una vez transcurrido el tiempo de espera, saca el SCOBY a un recipiente limpio, filtra la bebida y viértela toda (excepto aproximadamente medio vaso) en una o varias botellas herméticas. No te asustes si ya ha comenzado a reproducirse un nuevo SCOBY; generalmente, las kombuchas bebés suelen estar pegadas a la kombucha madre. El medio vaso de bebida que debes reservar te servirá como líquido arrancador para el nuevo cultivo.
- Lleva las botellas de kombucha a un lugar fresco y oscuro y déjalas reposar de 3 a 5 días antes de su uso. Es muy importante que dejes algo de espacio entre el té de kombucha y el tapón de la botella; de no hacerlo, el preparado podría salir por los aires, literalmente. Lo mismo puede suceder si utilizas una botella de muy baja calidad. Ten en cuenta que la kombucha es una bebida carbonatada gaseosa, y como tal, puede hacer estallar la botella en un abrir y cerrar de ojos.
- Una vez finalizada la segunda fermentación, tu receta de kombucha ya estará lista para su consumo. Una vez abras el preparado por primera vez, guarda tu bebida en el frigorífico. El té de kombucha puede durar hasta 3 meses en la nevera, pero ten en cuenta que el proceso de fermentación continúa, por lo que a mayor tiempo, mayor acidez y efervescencia.