Las uvas son uno de los alimentos con más riesgo de atragantamiento en bebés y niños pequeños. Esto es así por su forma redonda y textura resbaladiza, algo que puede resultar potencialmente peligroso si no se presenta adecuadamente.
Cuándo puede un bebé comenzar a comer uvas
La ingesta de uvas por sí sola no representa un problema en la dieta de bebés y niños pequeños; el problema está en cómo se ofrecen al menor, ya que no hacerlo de forma 100% segura aumenta el riesgo de asfixia en menores de 5-6 años.
Al igual que sucede con el resto de frutas, las uvas se podrán ofrecer a partir de los 6 meses de edad, coincidiendo con el inicio de la alimentación complementaria. Eso siempre que se presenten debidamente limpias y cortadas, tal y como te contamos a continuación.
Cómo ofrecer uvas al bebé: corte BLW seguro
El hecho de que la uva pueda consumirse desde tan pronto como a los 6 meses, no significa que pueda ofrecerse de cualquier forma, ya que, como adelantábamos hace un momento, es un alimento que supone un alto riesgo de asfixia.
Hay dos cortes que se consideran seguros en la práctica del baby led weaning: corte en mitades y corte en cuartos. Sin embargo, el corte por la mitad puede dar lugar a malos entendidos, ya que no es lo mismo cortar la uva por la mitad a lo largo que cortarla por la mitad a lo ancho. Este último corte sigue siendo inadecuado, ya que podría resbalarse.
Veamos al detalle cómo ofrecer uvas a bebés y niños pequeños según su grupo de edad:
- De 6 a 18 meses: aunque —siempre que se presenten debidamente— los bebés pueden comer uvas a partir de los 6 meses de edad, puede ser buena idea esperar a que tu bebé haya desarrollado el agarre de pinza para que se desenvuelva mejor al coger los trozos pequeños, algo que sucede alrededor del octavo o noveno mes. Independientemente de la edad, desde los 6 hasta los 18 meses las uvas deben ofrecerse únicamente en cuartos cortados a lo largo y sin pepitas (además de en purés y papillas). De este modo se reduce el riesgo de asfixia.
- De 18 meses a 4 años: a partir de los 18 meses, las uvas podrán presentarse cortadas por la mitad, siempre, a lo largo. Seguirá siendo importante retirar la piel antes de ofrecerlas, así como sus pepitas. Igualmente pueden seguir ofreciéndose uvas cortadas en cuartos, tal y como hacíamos desde el sexto mes. Ten en cuenta que aunque muchos padres ofrecen uvas enteras a niños mayores de 2 años, los pediatras aconsejan no hacerlo hasta bien pasados los 4 años de edad —idealmente hasta los 5 o 6 años—, por lo que es un riesgo innecesario dar uvas enteras a un niño pequeño.
Escoge uvas grandes y ovaladas en lugar de uvas pequeñas y redondas. Por su puesto, mucho mejor si son procedentes de agricultura ecológica. A continuación compartimos un vídeo en el que te mostramos cómo dar uvas a bebés y niños pequeños.
¡Ojo con las uvas de fin de año! Los bebés y niños pequeños no deberían comer uvas, independientemente de la estúpida o no tradición. Es un riesgo totalmente innecesario para los peques.
¿Los bebés pueden comer uvas enteras?
No. Las uvas enteras se consideran un alimento peligroso para bebés y niños menores de 5 o 6 años por su alto riesgo de asfixia. La forma segura de ofrecerlas siempre será cortada en cuartos a lo largo (en bebés de 6 a 18 meses) o por la mitad a lo largo (opcionalmente en bebés a partir de los 18 meses), retirándoles previamente la piel.
¿Hay que retirar la piel a las uvas antes de ofrecérselas a un bebé?
Debido a que la piel de las uvas es dura y resistente, es conveniente retirarla cuando la vayan a consumir bebés y niños pequeños (menores de 5-6 años). De no hacerlo —y puesto que su tamaño puede ser mayor que el de las vías respiratorias—, aumentaría considerablemente el riesgo de asfixia.
¿Cómo retirar la piel de las uvas antes de ofrecérselas a un bebé o niño pequeño?
Pese a que comúnmente se cree que la piel de uva es difícil de quitar, esta tarea se convierte en algo verdaderamente sencillo cuando antes de retirar la piel cortamos la uva en cuartos a lo largo. Una vez cortada en cuartos y retiradas las pepitas, ayúdate con la punta de un cuchillo para levantar la piel de cada pieza.