Gelatina para Bebés | Receta 100% Natural Sin Azúcar

La gelatina —comúnmente asociada a las golosinas— es mucho más que un dulce. Este alimento, siempre que se elabore de forma casera y correctamente adaptada, aporta variedad de sabores y colores al menú de tu bebé, además de proporcionar grandes beneficios a nivel nutricional.

¿Los bebés pueden comer gelatina? ¿A partir de qué edad?

La gelatina se obtiene de la hidrólisis (disolución en agua) del colágeno de la piel, el cartílago y otros tejidos de animales (cerdos, ganado bovino, aves o peces). No tiene sabor, color ni olor, pero aporta una importante cantidad de proteína natural con aminoácidos esenciales. Además, apenas contiene grasa, hidrata el organismo y es sumamente digestiva.

Todo esto la convierten en un excelente alimento para bebés de todas las edades, siendo apta para bebés a partir de los 6 meses de edad siempre que se elabore de forma casera, sin azúcares, colorantes ni sustancias artificiales. Esto se traduce en que los bebés pueden comer gelatina casera adaptada (como la receta de gelatina saludable que te mostramos más abajo), pero no gelatinas comerciales, altamente perjudiciales por su contenido en aditivos químicos.

Por cada 100 gramos de gelatina, tu bebé obtiene:

  • 338 kcal
  • Proteína: 84,4 g
  • Zinc: 0,2 mg
  • Magnesio: 11 mg
  • Calcio: 11 mg
  • Agua: 15,6 g
  • Yodo: 6 µg
  • Hidratos de carbono: 0 g
  • Fibra: 0 g
  • Grasa total: 0 g

¿Cómo ofrecer gelatina a un bebé?

Receta de gelatina para bebés
Receta de gelatina casera para bebés

Con gelatina podrás elaborar todo tipo de platos: jaleas, patés, mousses, helados… Combinará bien con cualquier clase de comida: verduras, frutas, carnes, postres y lácteos. Además de usarla como de costumbre, puedes —simplemente— formar figuras divertidas y ofréceselas a tu bebé. También resulta ideal para adornar cualquier tarta para bebés.

Si no tienes moldes de formitas divertidas, coloca la gelatina en recipientes pequeños (pueden ser vasos) que puedas desmoldar fácilmente. También te servirá una cubitera de hielo convencional.

Deja que coja la gelatina con sus manitas u ofrece un cubierto infantil para que pueda agarrarla con ayuda, por ejemplo, de una cuchara.

¿Cómo hacer gelatina BLW para bebés?

Para que la gelatina BLW sea 100% apta para tu bebé, es importante que la elabores de forma casera con el zumo o puré de frutas frescas, a ser posible, recién exprimidas o trituradas. Antes de que solidifique la gelatina, puedes agregar trozos de fruta tierna: kiwi, plátano, fresas, frambuesas… Utiliza siempre gelatina neutra incolora y sin sabor.

Es importante tener en cuenta que algunas frutas poseen enzimas proteasas que rompen las fibras de colágeno de la gelatina impidiendo que esta solidifique. Las frutas (y enzimas) que impiden que la gelatina casera cuaje y —por tanto— no debes utilizar para esta receta son:

  • Piña (bromelina).
  • Kiwi (actinidaína).
  • Mango (actinidaína).
  • Higos (ficaína).
  • Papaya (papaína).
  • Pawpaw (papaína).
  • Guayaba.
  • Raíz de jengibre.

Dependiendo de la fruta que emplees, obtendrás un zumo o puré más o menos espeso. En el caso de los cítricos, te bastará con exprimirlos y utilizar el zumo obtenido. Si quieres hacer gelatina de frutas como el plátano, las frutas del bosque o el melocotón, tendrás que triturarlas hasta obtener un puré, que luego conviene aligerar con un poco de agua o agua de coco.

Opcionalmente, puedes endulzar naturalmente con un poco de pasta de dátiles casera (apta para bebés desde los 6 meses); para hacerla, yo utilizo dátiles de la variedad Medjoul.

Receta de gelatina para bebés

Ingredientes:

  • 250 ml de zumo o puré de frutas.
  • 4,5 gramos de gelatina neutra en polvo o 3 láminas de gelatina neutra. Más adelante se podrá sustituir por agar agar.
  • 1 cucharadita de pasta de dátiles (opcional).

*Adapta estas cantidades si necesitas hacer más cantidad de gelatina.

Elaboración:

  1. Pon a hidratar la gelatina en un poco de agua fría y reserva.
  2. En un cazo, calienta el zumo y la pasta de dátiles (si la utilizas). Una vez esté caliente y sin que llegue a hervir, incorpora la gelatina previamente hidratada. Remueve hasta que se disuelva y retira del fuego.
  3. Vierte la mezcla en moldes o en recipientes; con estas cantidades podrás elaborar dos o tres vasitos pequeñitos.
  4. Tapa con papel film para evitar que absorba olores de la nevera. Reserva en el frigorífico un mínimo de 3 o 4 horas, hasta que la gelatina haya cuajado por completo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio