Sí, has leído bien. En este artículo vamos a dejar a un lado las tradicionales mermeladas de frutas que todos conocemos para dar paso a las mermeladas de verduras.
Un modo curioso, y muy original y rico, de conservar y luego consumir algunos vegetales es elaborar con ellos mermeladas, que resultarán muy adecuadas como acompañamiento de determinados platos. La de pimiento verde o la de tomate, por ejemplo, «casan» bien con los quesos; y la de zanahoria se suele emplear como guarnición de carnes, sobre todo de caza.
El otoño y el invierno son buenos momentos para preparar estas mermeladas, ya que es en estas estaciones cuando la calabaza o la cebolla están en su mejor punto. En conserva podrás consumir las durante todo el año. Te proponemos unas cuantas recetas para que sorprendas a los tuyos.
Mermelada de cebolla
Ingredientes:
- 1 kg de cebollas
- 450 g de azúcar
- El zumo de 1/2 limón
- 1 vaina de vainilla
Elaboración:
- Corta las cebollas muy menudas y colócalas en una cazuela (no se debe utilizar aluminio).
- Añade el azúcar el zumo de limón y la vaina de vainilla cortada por la mitad, tapa y deja reposar al menos 2 horas.
- Pasado este tiempo, pon la cazuela a fuego suave y remueve frecuentemente. Deja cocer unos 40 minutos y llena con ella los frascos de cristal previamente esterilizados.
- Pon los frascos en la olla al fuego con agua y deja hervir una media hora. Retira y deja enfriar en la misma cazuela.
Mermelada de zanahoria
Ingredientes:
- 400 g de zanahorias
- 100 g de azúcar
- 1 limón
Elaboración:
- Limpia y pela las zanahorias.
- Ponlas a cocer a fuego medio durante una hora, dependiendo de su estado de madurez. Remueve frecuentemente con un cucharón de madera para evitar que el producto se pegue o se queme en la cazuela, hasta que estén tiernas.
- Escurre bien y pasa por la batidora. Coloca el puré obtenido en un cazo y añádele el zumo del limón y la ralladura de medio limón.
- Agrega el agua y deja cocer la mezcla hasta que la mermelada adquiera consistencia.
- Deja enfriar. Se toma fría como acompañamiento de pan tostado, magdalenas o bizcochos. También se puede emplear como guarnición de platos de carne.
Mermelada de calabaza
Ingredientes:
- 2 kg de calabaza
- 1 kg y medio de azúcar
- 3 o 4 clavos de olor
Preparación:
- Corta la calabaza, pela y retira las semillas.
- Pon a cocer con agua, hasta que esté bien hecha. Retira y pásala por el colador.
- Pesa la pulpa y añádele aproximadamente el 80% de azúcar (así, por cada kilo de calabaza escurrida, emplearás 800 g de azúcar). Mezcla bien.
- Coloca en una olla, agrega unos clavos de olor y pon a cocer a fuego medio entre 20 y 25 minutos, removiendo con una cuchara de madera. Hazlo con la olla parcialmente tapada, ya que salpica y puede quemar.
Mermelada de tomate
Ingredientes:
- 1 kg de tomates maduros
- 750 g de azúcar
- El zumo de un limón
Elaboración:
- Escalda los tomates durante 30 segundos, escúrrelos y pélalos. Córtalos y retira las semillas.
- Pon la pulpa en una cazuela. Espolvorea con el azúcar y añade el zumo de limón.
- Deja en el frigorífico durante 12 horas.
- Luego, pon a cocer muy lentamente unos 50 minutos removiendo con una cuchara de madera.
Las confituras o mermeladas caseras de verduras, al contrario de lo que muchas personas creen, son fáciles de preparar. Solo se deben seguir al pie de la letra unas sencillas reglas y ser muy meticuloso en cuanto a la higiene (los botes deben estar esterilizados). Además, te permiten disfrutar de un producto 100% natural y elaborado como hacían antaño nuestras abuelas.