Las normas de higiene para que tu animal de compañía —canino o felino— goce de buena salud y del mejor aspecto son pocas y no te ocuparán mucho tiempo.
Para prevenir más de un problema, dedica unos minutos a su pelaje, ojos, orejas, dientes y aparato digestivo.
Baño
En principio, es suficiente con bañar a tu amigo canino una vez al mes, aunque deberás aumentar la frecuencia según la raza, si tiene un carácter muy activo o se pasa el día retozando por el suelo o en función del producto que emplees para lavarle.
Aunque sea difícil convencerle para que pase por la ducha, puedes estar seguro que cada vez te costará menos lograrlo.
Eso sí, antes del baño cepillale bien para eliminar todo resto de suciedad y facilitar la acción del champú.
En el caso de los gatos, el baño es fundamental, al menos, dos veces al año, para acabar con la suciedad que su higiene diaria no ha eliminado.
Si rehuye el agua, existen productos de lavado en seco. En cambio, no es raro que el aire del secador seduzca al gato más arisco.
Boca
Perros y gatos requieren un cepillado dental periódico para prevenir caries y sarro. Piensa que, en muchas ocasiones, cuando se detecta el acúmulo de comida y bacterias, significa que la infección es ya muy importante y requiere la actuación del veterinario.
Las razas caninas pequeñas son más propensas a padecer este tipo de problemas.
Si convives con un gato, límpiale los dientes una vez por semana con un cepillo de cerdas suaves y crema dental específica o, simplemente, con agua ligeramente salada.
La dieta es otro aspecto a tener en cuenta; es mejor el alimento natural y casero que el procesado industrial.
Cepillado
Para los animales de pelo largo, con media hora de cepillado diario lucirán un pelaje brillante, desenredado y sano.
Si no puedes dedicarle tanto tiempo, coge el cepillo cuando puedas para evitar que se le formen nudos o, en el caso de los gatos, que ingiera demasiado pelo.
Orejas
Si están sucias o huelen mal coge un bastoncillo y humedécelo en una solución limpiadora de oídos. Saca, con cuidado, la suciedad visible hacia fuera. No lo introduzcas hacia el interior del conducto auditivo.
Limpia el pabellón auricular con un algodón o gasa humedecida en la solución limpiadora para eliminar los restos de cera. Si tiene ácaros, debe sacudir al veterinario.
Ojos
Límpialos con algodón empapado en infusión de manzanilla tibia. Si lagrimea mucho o se le oscurece la parte interior de la comisura interna del ojo, consulta al especialista.
Uñas
No olvides cortarlas regularmente. Piensa que las uñas largas pueden romperse y sangrar, así como enrollarse y llegarse a clavar en la base de las mismas. Examínalas primero.
En la parte rosada se encuentran los nervios y los vasos sanguíneos, que no se deben cortar, cuidado.
Parásitos internos
Para evitarlos, añade un medicamento preventivo a su plato de comida cada 4 meses. Y, al acabar, no olvides lavarte las manos con gel hidroalcohólico o un jabón con efecto bactericida.
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