Llamamos sistema inmunitario a la red de órganos, tejidos y células que defienden a nuestro organismo del ataque de virus, bacterias y otros gérmenes causantes de infecciones y enfermedades. Nuestro estilo de vida es casi siempre el factor decisivo para un buen funcionamiento de nuestro sistema inmune: practicar ejercicio con regularidad, evitar malos hábitos como el alcohol y el tabaco, y mantener una dieta sana y rica en vitaminas y minerales suponen una sólida base para gozar de una salud de hierro.
Sin embargo, otros factores como el estrés o la falta de sueño, pueden influir negativamente en nuestro organismo y hacer que nuestras defensas se debiliten. Por este motivo, muchas veces, es necesario recurrir a complementos vitamínicos como Inmunoferon, cuyos inmunomoduladores refuerzan y activan nuestras defensas.
Vitaminas que refuerzan el sistema inmunitario
Vitaminas y minerales son fundamentales para fortalecer el sistema inmunitario, ya que aumentan la producción celular y, por tanto, la resistencia a infecciones y enfermedades. A continuación te mostramos las vitaminas que más refuerzan el sistema inmunológico y los alimentos más ricos en las mismas.
Vitamina A
La vitamina A contribuye a la producción de linfocitos en nuestra sangre, unas células que atacan a virus y bacterias y que tienen la capacidad de incrementar la producción de anticuerpos frente a posibles infecciones.
Entre los alimentos con más alto contenido en vitamina A destacan los huevos, los lácteos y vegetales como las coles.
Vitaminas del grupo B
Dentro de la vitaminas del grupo B son la B2, la B6 y la B9 las más saludables para el sistema inmunológico.
La vitamina B2 o Rivoflavina es básica para la producción de glóbulos rojos y tiene un potente efecto antioxidante. Alimentos ricos en vitamina B2 son las verduras verdes, los huevos y las carnes magras.
La vitamina B6 aumenta el número de anticuerpos y de las proteínas conocidas como quimioquinas y citoquinas, muy importantes para la actividad de las células sanguíneas y de otras propias del sistema inmunitario. Está presente tanto en alimentos de origen animal, como carnes y pescados, como de origen vegetal, como patatas, tofu o plátanos.
La vitamina 9 o ácido fólico incrementa la producción de linfocitos T, que suele disminuir con la edad, proporcionado al organismo una mejores defensas para combatir infecciones y diferentes tipos de cáncer.
Algunas de las principales fuentes de vitamina B9 son las yemas de los huevo, las vísceras, las legumbres y frutas como el albaricoque y el melón.
Vitamina C
La vitamina C incrementa la producción de anticuerpos, enzimas, células blancas y colágeno, además de tener unos poderosos efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Bien podría definirse como la “infantería” de nuestro sistema inmunológico. Su ingesta es fundamental, especialmente durante el invierno y épocas de epidemias de gripes, constipados y otras infecciones.
Las fuentes de vitamina C más populares son los cítricos, como las naranjas, las mandarinas y los limones, así como numerosas frutas, las espinacas o los pimientos.
Vitamina D
La vitamina D es muy beneficiosa para el sistema inmunológico por diferentes motivos: mantiene íntegra la mucosidad intestinal, estimula las células dendríticas y los macrófagos, incrementa el número de linfocitos, refuerza la síntesis de agentes antimicrobianos y previene la aparición de enfermedades pulmonares.
Aunque la mejor form de estimular la producción de vitamina D es la luz solar, es también muy recomendable la ingesta de alimentos como los huevos y los aceites de pescado.
Vitamina E
La vitamina E fortalece las paredes celulares por su potente efecto antioxidante, lo que potencia la acción de los linfocitos. Alimentos con un alto componente de vitamina E son las semillas, los frutos secos y los aceites vegetales.
Otros nutrientes muy positivos para el sistema inmunológico
Aparte de las vitaminas mencionadas, es recomendable que tu dieta sea también rica en una serie de minerales y ácidos grasos.
Entre los minerales que más potencian el sistema inmune destaca el selenio, muy importante en la producción celular y que se encuentra en carnes, pescados y cereales integrales, y el zinc, que contribuye al correcto funcionamiento de la glándula timo, productora de linfocitos T y que tiene como principales fuentes las alubias, la carne de cerdo y los mariscos.
Por último, es importante consumir alimentos ricos en ácidos grasos Omega-3, como mariscos y pescados.
Unos buenos hábitos de vida, evitar el estrés en la medida de lo posible, una dieta sana y equilibrada y unos complementos vitamínicos siempre que sean necesarios es el mejor modo de mantener tu sistema inmunológico a punto durante todo el año.
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