Agregar pescado a la dieta de tu hijo es una excelente manera de proporcionarle a su organismo gran cantidad de nutrientes esenciales. La mayoría pescados y mariscos que se consumen actualmente ofrecen una opción sabrosa, segura y saludable a la hora de comer, pero hay algunos tipos de pescado que los niños deben omitir o comer en cantidades limitadas para evitar la exposición a niveles altos de mercurio, y lo mismo se traduce cuando hablamos de conservas de pescado.
¿Qué ventajas ofrece el pescado en la dieta infantil?
Además de proteínas, vitaminas y minerales de alta calidad, el pescado es una gran fuente de grasas saludables como el ácido docosahexaenoico (DHA) que son esenciales para el desarrollo del cerebro, el sistema nervioso y la visión de niños pequeños. También hay algunas investigaciones que sugieren que consumir pescado desde etapas tempranas puede ayudar a prevenir enfermedades alérgicas como el asma y el eccema.
Para aprovechar estos beneficios nutricionales, los niños deben comer porciones pequeñas de pescados y/o mariscos de 1 a 2 veces por semana.
¿Por qué algunos pescados son mejores que otros?
Algunos lagos, ríos, océanos y otras masas de agua pueden estar contaminados con mercurio. Este metal natural se libera al aire mediante la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural), desechos sólidos y algunas fábricas contaminantes.
Cuando se deposita en el agua, las bacterias transforman el mercurio en un componente aún más peligroso, el metilmercurio. El metilmercurio puede acumularse en los peces, especialmente en los que se alimentan de otros peces y viven más tiempo, como el tiburón y el pez espada.
Comer demasiado de estos pescados contaminados puede tener efectos nocivos en el sistema nervioso en desarrollo de un niño.
¿Y qué ocurre con las conservas de pescado? ¿A qué edad y cómo introducirlas?
Si a partir de los 6 meses de edad se pueden introducir pescados blancos como la merluza, la pescadilla, el bacalao o el lenguado, a partir de los 12 meses se podrían empezar a introducir conservas de pescado siempre que sean naturales y de máxima calidad.
Algunos estudios sugieren que la cantidad de mercurio presente en los pescados enlatados es menor que en los pescados frescos. No obstante, muchos de los pescados en conserva contienen gran cantidad de aditivos y de sal, por lo que es imprescindible ofrecer a tu hijo únicamente pescados conservados al natural. Teniendo esto en cuenta, una de las mejores opciones para bebés y niños es el atún claro enlatado.
Existen marcas como Consorcio® que venden conservas de calidad y ofrecen la facilidad de comprar sus productos online, pudiendo tener pescado en lata siempre disponible para cocinar rápido, saludable y sin espinas.
A la hora de cocinar, las conservas de pescado funcionan de maravilla en recetas de tortillas y en platos de pasta. También, por supuesto, en ensaladas. Otra de las recetas con pescado en conserva que te recomendamos son estas hamburguesas con atún de lata, a los peques les encanta.
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