Si bien desde comienzos del siglo XX se sabe que las células hematopoyéticas, es decir, las creadoras de las células sanguíneas, se forman en la médula ósea, no fue hasta bien entrados los años ochenta cuando se descubrió que estas células se encuentran también en el cordón umbilical.
En este momento el cordón pasa de ser un simple residuo a convertirse en un preciado tesoro.
¿Qué son las células madre?
Las células madre son los bloques que edifican la sangre, el sistema inmune y un componente vital en el tratamiento de muchas enfermedades que amenazan la vida, como la anemia aplásica, la leucemia o el linfoma.
En el pasado, cuando las personas con alguna de estas enfermedades eran sometidas a quimioterapia o radiación y su sistema hematopoyético se debilitaba o dejaba de funcionar, no había más que una solución, el trasplante de médula ósea.
Esta opción terapéutica ha contribuido a salvar miles de vidas, pero el procedimiento de extraer la médula, purificarla in vitro y volver a inyectarla al paciente es costoso y complejo, ya sea mediante un trasplante autólogo (se extrae la médula ósea del enfermo y se eliminan las células malignas para volver a introducir las sanas en el mismo paciente) o uno alogénico (extraerla de un sujeto sano para injertarla en un sujeto enfermo que sea compatible).
Primeras investigaciones
En 1988 se efectuaba en París el primer trasplante bien documentado a un niño que padecía una enfermedad fatal, anemia de Franconi, con células extraídas de sangre de cordón umbilical. Se abría una puerta a la esperanza.
Los estudios que culminaron en este logro comenzaron al constatarse que solo el 30% de enfermos con algún tipo de cáncer hematológico tiene un familiar con un sistema inmunológico compatible con el suyo para poder llevar a cabo un trasplante de médula ósea.
Fue el hematólogo chileno Pablo Rubinstein quien descubrió que la sangre del cordón umbilical permite regenerar la médula enferma gracias a su extraordinaria riqueza en células madre.
¿Cómo se obtiene?
La obtención de sangre del cordón umbilical es tan sencilla como inofensiva. Justo después del nacimiento del niño se corta el cordón umbilical lo más cerca posible del ombligo del bebé. Una vez que el niño ha sido separado de su madre y con la placenta aún dentro del útero, se vacía el cordón umbilical de sangre con una cánula para recoger la mayor cantidad posible.
Cuando la placenta es expulsada se repite la operación para recoger la sangre que queda en sus tejidos.
En cada donación se suelen recoger entre 80 y 120 ml de sangre mientras que en una donación de médula ósea la sangre que se extrae ronda en torno a los 900 mililitros, es por eso que los injertos con sangre de cordón umbilical están especialmente aconsejados en enfermos pediátricos o jóvenes con menos de 40 kg de peso.
Después de recoger la sangre, la unidad es congelada y almacenada a 196ºC bajo cero. Para llevar a cabo un trasplante bastará con realizar una transfusión por vía intravenosa de sangre descongelada con el objetivo de sustituir las células enfermas del paciente afectado.
El índice de éxito de estas operaciones se sitúa en el 90%. Y es que la principal ventaja que presenta la sangre del cordón umbilical frente al trasplante de médula es que exige una menor compatibilidad entre donante y receptor.
Según Ciril Rozman, presidente del Comité Científico de la Fundación Carreras de Lucha Contra la Leucemia, en los trasplantes de médula puede suceder que las células trasplantadas no reconozcan el organismo al que llegan y lo ataquen. Las células del cordón umbilical son más inmaduras, por lo que no están «educadas» para realizar ataques inmunológicos y la enfermedad se presenta en menor proporción.
Enfermedades que pueden ser tratadas con células madre del cordón umbilical
Malignas:
- Mieloma múltiple
- Linfoma
- Enfermedad de Hodgkin
- Neuroblastoma
- Leucemia mielógena aguda
- Leucemia mielocítica crónica
- Leucemia mielógena juvenil
Tumores sólidos:
- Tumores cerebrales
- Sarcoma de Ewing
- Cáncer de ovario
- Carcinoma de células en avena
- Cáncer testicular
Trastornos sanguíneos:
- Anemia aplástica
- Anemia de Franconi
- Síndrome de Evan
- Síndrome de Kostmann
- Talasemia
- Anemia falciforme
- Citopenia congénita
Además de inmunodeficiencias, errores congénitos del metabolismo y enfermedades autoinmunes.