Las mandarinas poseen importantes vitaminas y minerales que ayudan a que bebés y niños pequeños crezcan fuertes y sanos. En el baby led weaning, es una de las frutas que generan controversia, por lo que hoy hablamos de la mandarina BLW y os contamos cómo ofrecerla de forma segura al bebé.
¿Qué aportan las mandarinas al bebé?
Las mandarinas poseen una importantísima cantidad de vitamina C, que fortalece el sistema inmunológico del bebé y ayuda a la absorción de hierro de alimentos vegetales como legumbres, frutos secos y semillas.
Estos deliciosos cítricos también contienen vitaminas del grupo B (incluyendo ácido fólico), betacaroteno (que se convierte en vitamina A) y muchos otros nutrientes beneficiosos —como carotenoides y fenoles— que promueven un crecimiento, desarrollo y visión saludables en los más pequeños.
La pulpa también contiene fibra, que promueve la salud intestinal y que resulta especialmente beneficiosa en niños estreñidos. Además de lo anterior, las mandarinas ofrecen grandes beneficios antioxidantes, anticancerígenos y antiinflamatorios, todos ellos incentivados por un carotenoide en particular: la beta-criptoxantina (β–criptoxantina).
¿Cuándo comenzar a ofrecer mandarinas en el BLW?
Los gajos de mandarina son un peligro de asfixia, por lo que deben ofrecerse sin piel, preferiblemente cortados en trozos pequeños. Alrededor de los 9 meses de edad, cuando el bebé comienza a desarrollar el agarre con la pinza (dedos índice y pulgar), le será más fácil manipularla con sus manitas.
Una opción segura de ofrecer mandarina en el baby led weaning consiste en utilizarla exprimida para hacer deliciosos bizcochos, galletas y otras elaboraciones BLW.
Ten en cuenta que aunque la gran mayoría de mandarinas que se comercializan actualmente no tienen semillas, todavía hay variedades con semillas en el mercado (sobre todo ecológicas). Vigila este detalle y asegúrate de quitarlas antes de servir a tu bebé.
¿Son las mandarinas seguras para un bebé?
Como hemos visto anteriormente, la ingesta de mandarina supone un riesgo en el bebé cuando no se presenta adecuadamente.
Para minimizar los riesgos, se quitarán las membranas y la piel que rodean los gajos, así como las posibles semillas que se encuentren en su interior. De esta forma, el bebé podrá desmenuzar fácilmente la pulpa de la mandarina con sus encías.
No obstante, al igual que sucede con todos los alimentos jugosos ricos en agua, es normal que el bebé tosa mientras come, como consecuencia del zumo que sale disparado al masticar la pulpa. Esto tiende a normalizarse conforme el bebé va cogiendo práctica. De todos modos, es importante vigilar al bebé de cerca durante las comidas.
Corte seguro mandarina BLW
Aunque hay quienes ofrecen gajos de mandarina enteros, insistimos en la importancia de retirar todos los fragmentos de piel que cubren los gajos antes de ofrecer al bebé.
En el vídeo que compartimos a continuación os mostramos cómo ofrecer mandarina a un bebé de forma segura. No olvides revisar la mandarina en busca de posibles huesos que podrían causar riesgo de asfixia en el pequeño.
Una vez retirada la piel y seguros de que no contiene huesos, se ofrecerá el gajo de mandarina, tal cual o desmenuzado en trozos para que el bebé los agarre con «la pinza».
Es importante tener presente que, al igual que sucede con el pomelo, las mandarinas pueden interactuar con ciertos medicamentos, por lo que es recomendable consultar con el pediatra acerca de su consumo durante la administración de fármacos recetados. Ten en cuenta que puedes usar el zumo de mandarina para elaborar diferentes recetas BLW; sustituye la leche o el zumo de limón o naranja por zumo de mandarina en bizcochos, magdalenas, tartas, etcétera, ¡te encantará el resultado!