El miedo al atragantamiento y la comodidad que proporcionan los purés y papillas hacen que muchos padres acaben retrasando la introducción de alimentos sólidos a su bebé.
Hoy desde BABYCOCINA aclaramos algunos puntos importantes y desvelamos cómo empezar a dar comida sin triturar a un bebé.
Cuándo se puede introducir comida sin triturar en la dieta del bebé
De acuerdo a los diferentes métodos de inicio de la alimentación complementaria, la introducción de alimentos sólidos sin triturar puede hacerse tan pronto como a los 6 meses de edad, siempre que se ofrezcan siguiendo una serie de pautas básicas de seguridad.
El método baby led weaning consiste —de hecho— en la presentación de alimentos enteros de modo que el bebé los pueda autogestionar por sí mismo. Este método es apto para lactantes de 6 meses en adelante siempre que se cumplan los siguientes requisitos:
- El bebé se mantiene sentado sin ayuda.
- Ha desaparecido el reflejo de extrusión (el bebé expulsa los alimentos hacia afuera de la boca).
- El bebé es capaz de coger el alimento y llevárselo a la boca.
Dicho esto, no todos los padres se sienten seguros a la hora de dejar que su bebé —tan pequeño— gestione alimentos enteros, sin triturar, por lo que en estos casos es buena idea buscar un punto de equilibrio en el que todos se encuentren cómodos.
¿Qué ocurre si no le doy alimentos sin triturar a mi bebé?
Ofrecer únicamente comida líquida con cuchara puede acarrear una serie de consecuencias, tales como:
- Mayor riesgo de sobrealimentar al bebé, pudiendo causar —a largo plazo— obesidad infantil.
- Mayor riesgo de abandono precoz de lactancia materna o leche adaptada, alimento fundamental en bebés de 6 a 12 meses.
- Mayor riesgo de alteración de las habilidades motoras orales.
- Mayor rechazo a nuevas texturas y sabores.
Estos problemas se resuelven en gran medida incorporando alimentos seguros enteros o semitriturados, de textura grumosa, antes de que el bebé cumpla los 9 meses de edad.
Cómo dar comida sin triturar a un bebé
Puedes ofrecer el alimento entero siempre que sea seguro (ver cortes BLW) o ligeramente chafado con un tenedor. Veamos algunos ejemplos:
- Plátano —o cualquier otra fruta blanda— machacado.
- Hamburguesas para bebés.
- Tortilla francesa para bebés.
- Nuggets de coliflor.
Puedes obtener más ideas visitando estas recetas para empezar a masticar.
Si no te atreves a dar el alimento entero, simplemente aplástalo con un tenedor. Tu bebé agarrará con sus manitas el alimento y se lo llevará a la boca; es normal que al principio se acabe cayendo la mitad de la comida por el camino. No desesperes, es algo totalmente normal. Poco a poco ira desarrollando nuevas habilidades que le permitan tener más «puntería».
Entorno a los 8 o 9 meses, tu bebé comenzará a manejarse bien con el movimiento de pinza; esto le permitirá coger trozos pequeños de alimento con sus dedos índice y pulgar.
Si haces la transición de líquido a sólido a su debido tiempo, el porcentaje de éxito es alto. No obstante, estos ejemplos te servirán para llevarla a la práctica:
- Tritura con el tenedor un huevo duro y mézclalo con su puré favorito.
- Machaca ligeramente un plátano y mézclalo con un poco de zumo de naranja, mandarina, fresa… También puedes mezclarlo con un yogur.
- Sorpréndelo con unas magdalenas saludables, ¡no podrá resistirse! Puedes encontrar varias recetas en nuestro especial magdalenas para niños.
- Ofrece alimentos muy tiernos que pueda llevarse a la boca con facilidad: coliflor y brócoli cocidos, bastones de plátano maduro, pasta cocida, etcétera.
Como ves, la idea es que el bebé se adapte a la comida sólida. Este tipo de texturas —tan diferentes a la de la leche— no siempre son bien aceptadas por los lactantes. Sin embargo, ofreciendo algo saludable que le resulte rico —y teniendo en cuenta que la curiosidad innata de los bebés es un punto a nuestro favor— el bebé acabará probando comida sin triturar.