La carne de membrillo, también conocida como dulce de membrillo, es un dulce compacto y gelatinoso que se obtiene a partir del fruto del membrillo (membrillero o Cydonia oblonga) y una buena cantidad de azúcar.
Este delicioso preparado, de sabor similar a la mermelada, es ideal para acompañar canapés caseros, tostas y primeros platos como ensaladas y quesos, siendo una opción excelente para añadir a tus recetas de verano o para completar recetas originales para una ocasión especial.
Dulce de membrillo casero: ¿cómo hacer carne de membrillo?
Pese a que la receta de carne de membrillo casera es realmente fácil y tan solo se compone de dos ingredientes (membrillo y azúcar), su elaboración es lenta y requiere de nuestra atención constante para que la fruta no acabe quemándose o adheriéndose al fondo de la olla.
Digamos que el membrillo casero es de esas recetas que preparas en un santiamén pero que te tiene casi toda una mañana pegado a la cocina. Remover, remover y más remover… eso es prácticamente lo que debemos hacer nosotros mientras la magia de la cocción hace todo lo demás.
Tampoco pienses que hacer carne de membrillo te llevará todo un día; una buena cantidad de membrillos estarán convertidos en un dulce excelente en apenas unas horas. Piensa que la carne de membrillo envasada contiene aditivos y conservantes que interfieren en el resultado del producto final, por lo que hacer un producto totalmente casero valdrá la pena en cuanto a calidad, sabor y aporte nutricional.
Trucos para conseguir la carne de membrillo perfecta
Después de probar varias recetas de carne de membrillo, finalmente comprobé que el truco para conseguir una consistencia perfecta consiste en utilizar exactamente la misma cantidad de azúcar que de pulpa de membrillo cocido, a menos que decidas utilizar los membrillos con la piel.
Ten en cuenta que, aunque parezca una proporción de azúcar descabellada, el dulce de membrillo suele consumirse en cantidades mesuradas y de forma esporádica; por lo que, será mejor evitar espesantes artificiales que «contaminen la receta» pese a que puedan disminuir el aporte calórico de la misma.
Asimismo y en cuanto al sabor, puedes utilizar limón y canela para conseguir una carne de membrillo con matices cítricos y florales.
¿Se deben pelar los membrillos o no?
La piel del membrillo contiene pectina, un espesante natural que le viene de lujo a la consistencia deseada en esta receta; sin embargo, hay quienes buscan una textura suave que no contenga los restos de la piel del fruto cocida.
En esta ocasión, nosotros elaboraremos la carne de membrillo sin piel; pero si deseas utilizar el fruto con piel puedes reducir la cantidad de azúcar propuesta al 80% aproximadamente. Esto es 800 gramos de azúcar por cada kilo de membrillo. De este modo conseguirás un dulce espeso y 100% natural, utilizando menos cantidad de azúcar.
Y si lo que buscas es un dulce muy compacto, puedes usar la fruta con piel y añadir azúcar y membrillo cocido a partes iguales.
Tiempo y modo de conservación de la carne de membrillo casera
Al ser una receta con gran cantidad de azúcar, el tiempo de conservación de la carne de membrillo es bastante alto, pudiendo permanecer intacto hasta el año después de su elaboración. No obstante, el tiempo recomendado para su consumo se sitúa entorno a los 2 o 3 meses en un lugar fresco y seco, como puede ser la despensa de la cocina; dicho tiempo se eleva hasta los 4 o 5 meses si lo conservas en la nevera.
Además, el dulce de membrillo puede ser congelado sin que se vea afectada su posterior textura o sabor tras el proceso de descongelado.
El modo de conservación óptimo consiste en tapar la carne de membrillo con papel film y colocarla en un tupper cerrado con tapadera, siendo el frigorífico el lugar más apropiado para conservarla como es debido y así poder disfrutar de su consumo durante los meses venideros.
Usos de la carne de membrillo en la cocina
Como te comentaba al principio, la carne de membrillo es un dulce verdaderamente versátil. Como norma general, le va de escándalo a aperitivos y primeros platos; pero también puedes untarlo en una rebanada de pan para desayunos, sin más.
Su sabor combina a la perfección con cualquier tipo de queso, ya sea fresco, azul, blando o curado; igual que sucede con los ahumados de pescado y las verduras frescas. También es un excelente aliado en la repostería, donde servirá para completar la cobertura de multitud de tartas y bizcochos.
Ahora sí, ¡vamos con el paso a paso de esta delicia caída del cielo!
Ingredientes
- 1 Kg de -
- 1 Kg de -
- (opcional) -
- 1 cucharadita (opcional) -
Pasos
- Lava los membrillos y limpia perfectamente la pelusa que los cubre. A continuación, llévalos a una olla grande y cúbrelos con abundante agua. Pon el agua a fuego fuerte y déjalos cocinar durante una hora hasta que estén completamente tiernos. Reserva hasta que enfríen.
- Una vez fríos los membrillos, pélalos y córtalos por la mitad. Retira las pepitas del centro y trocéalos.
- Lleva los trozos de membrillo cocido a un pasapurés o similar y tritúralos hasta conseguir una pasta espesa.
- El siguiente paso será pesar la pulpa cocida de membrillo, pasarla a una olla grande y añadir exactamente la misma cantidad (en peso) de azúcar. Remueve y pon el fuego a temperatura baja. Si decides utilizar zumo de limón y canela, ahora es el momento de agregarlos.
- A partir de ahora comenzará a cocerse la carne de membrillo. Deja cocinar a fuego medio removiendo de vez en cuando para que no se peguen los ingredientes al fondo de la olla. Ten en cuenta que el tiempo de cocción dependerá de la potencia del fuego y de la cantidad de carne de membrillo que vayas a preparar. Normalmente, en una o dos horas la carne de membrillo estará completamente hecha.
- Remueve constantemente. La receta estará lista cuando la carne de membrillo se torne tan espesa que tras apartarla del fondo de la olla con un cucharón, esta no vuelva a desplazarse. Para entonces, su color se habrá tornado oscuro, muy parecido al caramelo.
- Vierte la carne de membrillo en un molde y deja enfriar a temperatura ambiente con un paño de cocina limpio por encima. Después, tápala y llévala al frigorífico durante al menos 24 horas hasta que cuaje por completo. ¡Voilá!