¿Quieres aprender las diferentes formas de cocinar un huevo? Hoy te contamos las mejores y más tradicionales maneras de preparar huevos fácilmente desde casa, ¡no te las pierdas!
Los huevos son un alimento natural, altamente nutritivos, que se pueden adaptar a infinidad de versiones, utilizándose de muy diversas maneras, tanto en platos en los que son el elemento básico, como en otras preparaciones en las que su auxilio es imprescindible. Así, los encontramos en la preparación de salsas, en múltiples recetas de repostería, etcétera.
¿Cómo conservar los huevos correctamente?
Hay que conservar los huevos en un lugar oscuro, siempre con el extremo más puntiagudo hacia abajo para que la clara y la yema no empujen la cámara de aire que se encuentra en su interior. Lo mejor es mantener los huevos en un lugar fresco donde pueden durar hasta dos semanas. En la nevera pueden conservarse hasta cuatro semanas, pero teniendo cuidado de tenerlos alejados de los alimentos de olor fuerte, pues la cáscara los absorbería.
Cuando deban utilizarse lo más conveniente es sacarlos de la nevera una hora antes para que recuperen la temperatura ambiente. Para conocer si un huevo es fresco o no, debe ponerse de lado en un vaso con agua fría y un poco de sal. Un huevo que no sea fresco flotará; el de dos o tres semanas se inclinará y el huevo fresco permanecerá horizontal en el fondo del vaso.
Cómo separar la clara de la yema
En muchas preparaciones, como por ejemplo la del huevo hilado, tendrás que separar la clara de la yema. Para hacerlo se casca el huevo dándole un golpe seco sobre una superficie o con ayuda de una cuchara. Se separan suavemente las dos mitades de la cáscara con los dedos pulgares, de modo que la yema quede intacta en una de las cáscaras. Entonces se deja caer toda la clara que se pueda en un cuenco, procurando no reventar la yema. Se pasa después la yema de una mitad de la cáscara a la otra hasta que caiga toda la clara. Después se pone la yema en otro cuenco o en un plato, según vaya a ser su uso.
Aplicaciones de las claras
No solo sirven para hacer merengues, sino que pueden usarse para dar ligereza a ciertos platos, debido a la gran cantidad de aire que retienen, tales como mousses, suflés, batidos y pasteles de queso. Se usan también para glasear, untando la masa para proporcionarle un glaseado transparente, o espolvoreando el glaseado con un poco de azúcar para que quede crujiente y más dulce. En este glaseado de merengue puedes disfrutar de la que es una de las aplicaciones de la clara de huevo más populares.
Formas de cocinar huevos
Los huevos son de mucha importancia en algunas fases de la elaboración de una receta, por lo que hay que emplearlos con mucho cuidado pues cuajan al calentarlos y pueden cortarse cuando se mezclan con determinados productos. El huevo, pues, es uno de los ingredientes de mayor uso en la cocina. No solo enriquecen determinados platos, sino que además son imprescindibles para dar volumen, para glasear, para dar brillo y para adornar. Pueden usarse enteros, solo las yemas o las claras y en muy distintas formas; ¿te preguntas cuántas formas hay de cocinar un huevo? Conozcamos algunas de las principales maneras de hacerlo.
Huevos pasados por agua
Para cocer un huevo, es necesario que esté a temperatura ambiente para evitar que se rompa. Para cocinarlo pasado por agua se pone el huevo en una cuchara y se introduce en agua hirviendo que debe cubrirlo del todo. Se baja el fuego y se deja cocer durante 3 o 4 minutos para que no llegue a cocerse del todo y la textura quede líquida pero ligeramente cuajada. Hay que tener cuidado de que el agua no hierva con demasiada fuerza pues la clara se pondría muy dura.
Huevos duros
Se sigue el mismo procedimiento, pero el tiempo de cocción será de 10 minutos. Una vez cocidos hay que enfriarlos al chorro del agua fría y pelarlos con cuidado. Si se reservan para la preparación de algún plato hay que cubrirlos con agua fría.
Huevos mollet
Con el mismo procedimiento que los anteriores, el tiempo de cocción será de unos 8 minutos, para que queden a medio cocer.
Huevos escalfados o huevos poché
Para escalfar un huevo ha de estar muy fresco para que cuaje perfectamente. Se llena una sartén con agua caliente y unas gotas de vinagre para que la clara no se expanda demasiado. Se rompe el huevo en una tacita y cuando el agua hierva se deja deslizar el huevo suavemente en la sartén, Se cuece a fuego bajo durante 3 minutos con la sartén tapada. Se saca con una espumadera y se pasa por agua para cortar la cocción y quitarle el posible sabor a vinagre.
Huevos fritos
Se calienta 1 cm de aceite en una sartén y cuando humee se casca el huevo en el borde y se fríe a fuego medio-alto, hasta que se empiece a dorar ligeramente el borde de la clara. Entonces con la espumadera se empuja dos o tres veces aceite caliente hacia encima del huevo, se retira de la sartén y se deja escurrir. Para hacer huevos estrellados bastará con dejar que los bordes se churrusquen (bordes puntillas).
Huevos revueltos
Para unos huevos revueltos hay que contar con 2 unidades por comensal. Se baten ligeramente con 1 cucharada de leche por huevo. Hay que sazonarlos. Se funden 25 g de mantequilla en una sartén, se vierten los huevos batidos y se cuecen a fuego bajo, removiendo sin cesar hasta que empiecen a espesar. Se retira entonces la sartén del fuego y se continúa removiendo hasta que el revoltillo quede cremoso.
Huevos en cocotte o huevos al plato
Los huevos al plato pueden hornearse en cazoletas refractarias o en moldes individuales. Se funde mantequilla en el recipiente rompiendo en él 1 o 2 huevos, cubriéndolos con nata caliente. Se ponen los recipientes a continuación en una rustidera o cacerola apta para hornos medio llena de agua caliente y se hornean durante 6 o 7 minutos, o hasta que las claras queden cuajadas al gusto. Hay quienes colocan los huevos sobre una base de passata de tomate y esparcen queso por encima, en lugar de nata.
Tortillas
Para hacer una buena tortilla el secreto estriba en hacerla rápidamente a fuego alto en una sartén. Se baten primero los huevos que se deseen con sal y pimienta al gusto. Se calientan un par de cucharadas de aceite en una sartén a fuego moderado y se vierten los huevos, llevándolos con ayuda de un tenedor desde los bordes hacia el centro. Se deja cocer unos 30 segundos, separando después con cuidado la tortilla de las paredes de la sartén, inclinándola para que el huevo que aún no haya cuajado se expanda por los bordes. Cuando la tortilla esté cuajada y dorada por debajo se dobla por la mitad, se deja escurrir y se sirve.
Tortilla suflé
Es una variedad en la que se separan las claras de las yemas. Se baten las claras a punto de nieve firme y se incorporan a las yemas, batidas aparte, un momento antes de hacer la tortilla.
Estas formas de cocinar con huevos pueden emplearse tal cual o incorporando nuevos ingredientes de modo que el plato se enriquezca, como sucede con los huevos benedictine, los huevos rancheros o las miles variaciones de revueltos, huevos con pisto o huevos rellenos. Te recordamos que en BABYCOCINA encontrarás multitud de recetas fáciles y saludables para toda la familia; también puedes subir tus propias recetas y comentar los platos que publican otros cocineros como tú, ¡hasta la próxima!