En estas semanas el mercado se llena de sabrosos vegetales, más ricos en minerales y vitaminas, que beneficiarán tu organismo tras los excesos navideños y te ayudarán a afrontar los resfriados con energía y vitalidad.
Toma nota de los productos de temporada que, además de económicos, son siempre más saludables al respetar el calendario natural.
Kaki (o palosanto)
Su alto contenido en vitamina A aporta propiedades saludables para la visión, el ciclo menstrual y los huesos. Al comprarlos es conveniente que conserven el tallo y el casquete.
Las variedades más comunes son el rojo brillante y el tomatero, que deben estar maduros para comerlos con cuchara, por eso es mejor escogerlos aún duros para conservarlos durante tres semanas.
Si quieres acelerar su maduración, introdúcelos en una bolsa junto con otras frutas.
Alcachofa
Compra las más pesadas y compactas, con hojas gruesas y frescas. Para mantenerlas frescas, no les cortes el tallo hasta que vayas a comerlas y mételas en un recipiente con agua azucarada, renovándola cada día.
Justo antes de cocinarlas, quítales las hojas verdes, pártelas por la mitad de su altura con un cuchillo y lávalas, luego ponlas en un recipiente con agua y limón para que no se ennegrezcan.
Siempre es mejor cocinarlas al vapor, pero también puedes comerlas crudas en ensaladas. El caldo resultante de su cocción reduce el colesterol.
Espinacas
En invierno tienen las hojas más maduras y fibrosas, por eso se suelen consumir cocidas. Quítale los tallos y lávalas bien, cambiando varias veces el agua.
Para personas con artritis o reuma no son recomendables en abundancia: al cocerlas sobrecarga el riñón.
Cuécelas, tapadas, a fuego lento y con un poco de azúcar en el agua, así desaparecerá el aroma de tierra que a veces tienen.
Coliflor
Tiene una acción diurética, laxante y depurativa de la sangre, además contiene más vitamina C que una naranja y protege del cáncer de colon. Cuécela en una cazuela destapada, que no sea una olla exprés.
Si la cocinas en agua, sal, una corteza de pan y el jugo de medio limón, conservará el color y no desprenderá su molesto y popular olor. Cruda no da esos problemas: echa sus ramilletes en ensaladas y alíñalos con una vinagreta suave y comino molido.
Coles de Bruselas
Al elegirlas, toma las lisas y sin manchas. Lávalas con agua y un chorrito de vinagre, pero nunca las dejes mucho tiempo en remojo porque pierden la vitamina C. No deben tomarse crudas, pero puedes congelarlas sin problemas.
Naranja y mandarina
Excelentes «fármacos» naturales para problemas digestivos, jaquecas y contra el estrés y la depresión. La mejor naranja para zumos es la de Valencia, por su sabor agridulce.
Puedes acompañarlas con pan tostado, higos, queso fresco, huevos, arroz, piña o miel. Las mandarinas deben tener una piel fina, tersa y sin manchas.
Plátano
No engorda tanto como se cree y gracias a su fibra sacia el estómago rápidamente. Ideal para deportistas y niños, beneficioso contra úlceras de estómago, contra los calambres y contra el colesterol.
El de Canarias, más pequeño y dulce, madura antes en casa que la banana, que tiene una textura más harinosa. Cómelo cuando las manchas cubran su piel, que no esté demasiado verde.
Pera
Hasta mayo puedes conseguir peras amarillas y peras de agua. Aportan fibra, vitaminas y potasio. Hazte con las de color verde pálido o amarillo oro. Si su cuello está tierno es que está en su punto. En la cocina, no las dejes dentro de la bolsa, tienen que respirar.
Ponlas en la parte menos fría de la nevera, no más de tres días. Ingerir una antes de la comida, facilita el aprovechamiento de sus propiedades.
Además de estas propuestas, alimentos como las zanahorias, cebolla, apio, endivias, lechuga, escarola y manzana están en su punto estos meses.