Muffins Ingleses | Receta con o sin Huevo

Los muffins ingleses, esos pequeños panes redondos y esponjosos, han conquistado los corazones (y los estómagos) de la gente alrededor del mundo. Su textura única y su sabor delicadamente dulce los han convertido en un favorito para el desayuno y el brunch.

Pero, ¿qué es realmente un muffin inglés y qué lo hace tan especial? Acompáñame en este viaje culinario mientras exploramos la historia, la preparación y las versátiles formas de disfrutar de los muffins ingleses.

El nacimiento del muffin inglés

A diferencia de lo que su nombre podría sugerir, el muffin inglés no tiene nada que ver con los muffins que conocemos hoy en día. La palabra ‘muffin’ proviene del antiguo término francés ‘moufflet’, que se refiere a un pan que es suave al tacto.

Se cree que los muffins ingleses surgieron en la Inglaterra victoriana del siglo XIX, donde se vendían en las calles como un alimento para el desayuno o la merienda.

Con el tiempo, se convirtieron en un alimento básico en la cocina británica y luego se popularizaron en América del Norte y en el resto del mundo.

La ciencia detrás de los muffins ingleses

La característica más distintiva de un muffin inglés es su textura: esponjosa por dentro, con una corteza exterior ligeramente crujiente y repleta de pequeños ‘nooks and crannies’ (recovecos) que son perfectos para absorber mantequilla, mermelada y otras delicias.

Este efecto se logra mediante el uso de una técnica de cocción única. En lugar de hornearse en el horno, los muffins ingleses se cocinan lentamente en una plancha o sartén a baja temperatura. Este proceso lento permite que la levadura haga su magia, creando esa textura ligera y aireada que todos amamos.

Preparación de muffins ingleses caseros

Si nunca has hecho muffins ingleses caseros, te animo a que lo intentes. No solo es una actividad divertida, sino que el sabor de un muffin inglés recién hecho es inigualable. Aquí tienes una receta básica:

  1. Mezcla tus ingredientes. Comienza combinando harina, azúcar, sal, levadura y leche. Mezcla bien hasta formar una masa homogénea y suave.
  2. Amasa y deja reposar. Amasa tu masa durante unos minutos, luego cúbrela y deja que repose en un lugar cálido para que suba.
  3. Forma y cocina tus muffins. Divide tu masa en porciones, forma cada porción en un disco redondo y cocínalos en una plancha precalentada a fuego bajo, durante unos 10 minutos por cada lado.

Receta básica para Muffins Ingleses

Receta muffins ingleses
Receta muffins ingleses

Para hacer tus propios muffins ingleses en casa, necesitarás:

  • 500 gramos de harina de trigo
  • 1 cucharadita de sal (in
  • 15 gramos de levadura fresca
  • 300 ml de leche
  • 1 huevo (opcional, para darle a la masa una textura más rica)

Ahora, el proceso paso a paso:

1. Preparación de la masa

En un bol grande, combina la harina, la sal y el azúcar. En un recipiente aparte, calienta la leche a una temperatura tibia (no caliente) y disuelve la levadura fresca en ella. Si decides usar el huevo, bátelo y añádelo a la mezcla de leche y levadura.

Incorpora la mezcla de leche y levadura (y huevo, si se usa) en el tazón con los ingredientes secos. Mezcla todo hasta formar una masa.

2. Amasado y primer levado

Amasa la mezcla en una superficie enharinada durante unos 10 minutos, hasta obtener una masa suave y elástica. Coloca la masa en un tazón grande engrasado, cúbrelo con un paño húmedo y déjalo reposar en un lugar cálido durante al menos una hora, o hasta que la masa haya duplicado su tamaño.

3. Formado de los muffins

Desinfla la masa con cuidado y divídela en porciones de aproximadamente 70 gramos cada una. Forma cada porción en un disco redondo y plano de unos 2 cm de grosor. Coloca los discos en una bandeja de hornear forrada con papel de hornear, cúbrela con un paño húmedo y deja que reposen durante otros 30 minutos.

4. Cocción de los muffins

Precalienta una plancha o una sartén antiadherente a fuego medio-bajo. Cocina los muffins durante unos 10 minutos por cada lado, hasta que estén dorados. Asegúrate de cocinarlos a fuego lento para que no se quemen por fuera antes de que estén completamente cocidos por dentro.

Una vez hechos, déjalos enfriar en una rejilla antes de cortarlos. Recuerda, los muffins ingleses son mejores cuando se dividen a mano para mantener esos preciados ‘nooks and crannies’ intactos.

Y voilà, ya tienes tus propios muffins ingleses caseros listos para ser disfrutados de la manera que más te guste. ¡Bon appétit!

Disfrutando de los muffins ingleses

Cómo preparar muffins ingleses
Cómo preparar muffins ingleses

Los muffins ingleses son increíblemente versátiles y se pueden disfrutar de muchas maneras. Aquí hay algunas ideas:

  1. Tostados con mantequilla y mermelada. Una forma clásica y deliciosa de disfrutar de los muffins ingleses es tostándolos y untándolos con mantequilla y tu mermelada favorita. La mantequilla se derrite en los recovecos del pan caliente, y la mermelada añade un toque de dulzura. Es la forma perfecta de empezar el día.
  2. Muffins ingleses con huevos Benedictinos. Los muffins ingleses son la base de los famosos huevos Benedictinos. Tuesta los muffins ingleses, añade una loncha de jamón o panceta, un huevo escalfado y cúbrelo con salsa holandesa. Es un desayuno decadente y absolutamente delicioso.
  3. Sándwich de muffin inglés. Los muffins ingleses también hacen un gran sándwich. Puedes rellenarlos con tus ingredientes favoritos: desde queso y jamón, hasta aguacate y tomate, o incluso mantequilla de maní y plátano para una opción más dulce.
  4. Pizza de muffin inglés. ¿Por qué no probar una mini pizza de muffin inglés? Tuesta un muffin inglés, úntalo con salsa de tomate, añade tus ingredientes favoritos de la pizza y cúbrelo con queso. Luego hornea hasta que el queso esté burbujeante y dorado. Es una cena rápida y fácil que a los niños les encantará.
  5. Postre de muffin inglés. Para un postre rápido, tuesta un muffin inglés y úntalo con mantequilla de maní o Nutella. Añade rodajas de plátano o fresas para un toque extra de dulzura.

Estos muffins ingleses caseros son verdaderamente un regalo para el paladar. Ya sea que los disfrutes simplemente tostados con mantequilla, como parte de un suntuoso desayuno de huevos Benedictinos, o transformados en un mini sándwich o pizza, siempre son una elección acertada. Y lo mejor de todo es que hacerlos en casa es una actividad gratificante que te dará un nuevo aprecio por esta maravillosa creación culinaria.

Imágenes | Depositphotos

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