Hola cocinillas, hoy os traemos una receta de croquetas de merluza ideales para niños aunque encantarán a la familia entera. Ya sabemos que según qué casos los niños disfrutan más o menos del sabor del pescado, pero con esta receta, no se podrán resistir.
El resultado es una croqueta de sabor suave y textura muy agradable, ¡vamos con ella!.
Ingredientes
- 150 g de -
- 40 g de -
- 50 g de -
- 225 ml de -
- 25 g de -
- 1 -
- 1/2 cucharadita de -
- -
- 2 -
- -
- -
- -
- -
Pasos
- Lo primero que haremos será preparar el pescado, lo lavamos y nos aseguramos de que no tenga espinas. Desmenuzamos los filetes de merluza, salpimentamos al gusto y reservamos.
- Ponemos una sartén con un chorrito de aceite (unas dos cucharadas) a fuego medio-alto. Cortamos el diente de ajo a torcitos muy pequeños. Incorporamos a la sartén la merluza desmenuzada junto con el ajo picado y cocinamos 2-3 minutos, hasta que los ingredientes queden ligeramente dorados.
- Retiramos los ingredientes a un bol, y en la misma sartén añadimos la mantequilla. Cortamos muy finita la cebolla y añadimos a la sartén junto con una pizca de sal (muy poquita).
- Una vez la cebolla esté pochada, añadimos a la sartén la harina y removemos hasta que se tueste ligeramente con cuidado de que no se queme.
- A continuación incorporamos un poco de perejil fresco picado y vamos añadiendo a la sartén la leche, poco a poco y removiendo al mismo tiempo, hasta conseguir una textura espesa y consistente.
- Incorporamos entonces la merluza con el ajo y removemos. Rectificamos con sal y pimienta si fuese necesario y retiramos del fuego. Esperamos a que la masa se temple.
- Una vez haya templado la masa, con la ayuda de una cuchara grande tomamos porciones de masa y le damos forma de croqueta. Batimos los huevos en un plato o bol pequeño y preparamos otro bol con el pan rallado. Rebozamos las croquetas primero en el huevo y después en el pan rallado y vamos reservando. Repetimos el proceso hasta acabar con la masa.
- Fríe en abundante aceite a temperatura media-alta las croquetas. Puedes congelar las que no os vayáis a comer. Cuando las croquetas estén doradas, sácalas a una bandeja o plato con papel de cocina para que absorva el exceso de aceite. Sirve inmediatamente y ¡a disfrutar!