La anguila de mazapán es un dulce cuyo origen se sitúa en Toledo, de ahí que también se le conozca como anguila de Toledo. La historia vincula a este delicioso dulce con forma de serpiente con los falsos cristianos y los judíos, siendo considerado un manjar incomible tanto por los unos como por los otros debido a su apariencia y su relación con el mal y el pecado.
Hoy te contamos cómo hacer anguilas de mazapán mostrándote una receta tradicional que te permitirá llevar este dulce a tu mesa en épocas tan típicas como la Navidad.
¿Cómo hacer una anguila de mazapán?
La elaboración de la anguila de mazapán o anguila de Toledo es muy fácil, pero ten en cuenta que necesitará de un par de días para estar completamente lista; y es que, tanto la yema de huevo como el mazapán deben reposar 24 horas antes de poder completar la anguila.
Para el relleno de la anguila popularmente se utiliza yema confitada, pero también puede emplearse cabello de ángel e incluso frutas escarchadas. En BABYCOCINA te mostramos cómo se hace la receta tradicional de la anguila de mazapán con yema confitada, pero si lo prefieres puedes sustituir el relleno por 400-500 gramos de cabello de ángel.
Los pasos fundamentales de esta receta consisten en elaborar la masa del mazapán y, por otro lado, la yema confitada. Para decorar necesitarás glassa y un variado de fruta confitada; ahora sí, vamos con el paso a paso.
Ingredientes
- - Para la masa de mazapán
- 500 g de -
- 500 g de -
- 6 cucharadas de -
- 1 (para pincelar) -
- - Para la yema confitada
- 7 -
- 175 ml de -
- 175 g de -
- - Para decorar
- -
- -
Pasos
- En un bol grande mezcla la almendra molida, el azúcar glass y el agua que darán lugar al mazapán. Mezcla hasta obtener una pasta densa y comienza a amasar con las manos hasta obtener una masa totalmente uniforme, lisa y suave. Haz un rollo con toda la masa, envuelve en papel film y reserva en el frigorífico durante 24 horas.
- Para preparar la yema confitada pon un cazo a fuego medio con el agua y el azúcar y cocina hasta obtener un almíbar a punto de hebra. Reserva y deja templar. Mientras tanto, bate las yemas en un bol. Una vez el almíbar se haya enfriado ligeramente viértelo poco a poco (y sin dejar de remover) sobre las yemas. Una vez integrados el almíbar y las yemas, cocínalos a fuego lento hasta obtener una crema espesa y consistente. Reserva y una vez templada lleva al frigorífico durante 24 horas.
- Transcurridas 24 horas, tanto el mazapán como la yema confitada estarán listos para elaborar la anguila. Divide la masa de mazapán en dos trozos y coge uno de ellos para comenzar a trabajar con la anguila (el otro trozo déjalo tapado con film para que no se reseque). Haz un cilindro a modo de "cola de anguila" con la primera mitad de la masa afinando uno de los extremos; forma una especie de semicírculo en una bandeja y aplana con la ayuda de los dedos toda la superficie excepto los bordes.
- Vierte la yema confitada a modo de relleno ayudándote de una manga pastelera. Estira la otra mitad de masa con un rodillo hasta obtener una plancha de poco menos de 1 centímetro de grosor. Extiende la plancha sobre el cuerpo de la anguila y el relleno. Aplana con cuidado ayudándote de los dedos y corta la masa sobrante.
- Con la masa sobrante haz la lengua, los ojos y las aletas de la anguila. Haz una apertura a modo de boca con la ayuda de una paleta de madera o similar. Dale forma al rostro (cada cocinero le da un toque personal). A continuación, dale forma a las escapas a lo largo de toda la superficie. Llegados a este punto, tapa la anguila y reserva en frío durante 24 horas.
- Para terminar (una vez transcurridas las 24 horas de reposo), pinta la anguila con huevo batido y hornea con calor arriba y abajo a 270 ºC durante unos 5 minutos (con el horno previamente calentado). Por último, hornea un par de minutos con modo grill hasta que la anguila quede ligeramente dorada. Una vez fría, decora al gusto con glasa real y frutas escarchadas.