Hace ya unas cuantas décadas el prestigioso diseñador Adolfo Domínguez puso de moda una célebre frase que caló en toda la sociedad española y que se repitió hasta la saciedad: “la arruga es bella”. Sin embargo, este legendario lema se refería únicamente a ciertas prendas de vestir, sin relación alguna con la tersura de nuestra piel. Porque ni entonces, ni ahora, ni posiblemente nunca, tener un cutis estropeado y envejecido es del gusto de nadie.
En España, el gasto per cápita en cosméticos supera los 220 euros anuales, lo que da una idea de la importancia que se da a la buena salud de nuestra piel. Las cremas reafirmantes y rejuvenecedoras constituyen el grueso de las ventas de los productos cosméticos y, en general, no son nada baratas (al menos, las buenas).
La buena noticia es que no es necesario hacer un agujero en nuestros bolsillos para embellecer la piel, existiendo como existe un buen número de remedios caseros que nos permiten lucir un aspecto esplendoroso. Las mascarillas de huevo son, posiblemente, las más populares, con unos resultados espectaculares y que son visibles casi de forma automática.
¿Por qué debes usar mascarillas caseras con huevo en tu día a día?
Los huevos son una parte fundamental de nuestra alimentación. Su gran aporte en minerales aminoácidos, vitaminas y proteínas proporciona grandes beneficios en diferentes aspectos de nuestra salud, entre ellos en la calidad de la piel y del cabello. Y esto ocurre cuando los ingerimos y también cuando los aplicamos de una forma directa sobre nuestro cuerpo.
Las mascarillas de huevo (especialmente los bálsamos preparados con su clara, aunque los beneficios de la yema tampoco son nada desdeñables) favorecen nuestra piel en diferentes aspectos.
Atenúan o eliminan las arrugas
Uno de los efectos más visibles del envejecimiento son esas antiestéticas arrugas que aparecen alrededor de la boca y de los ojos. Las mascarillas de huevo consiguen minimizarlas a su mínima expresión. Además, su efecto hidratante es perfecto para combatir la flacidez.
Reducen las bolsas de los ojos
Las bolsas de los ojos no solo envejecen, además nos hacen parecer cansados y fuera de forma. Cuando nos miramos en el espejo nos encontramos abotargados, como si estuviéramos enfermos. Las mascarillas de huevo son, como se suele decir, mano de santo para eliminar por completo estas desagradables bolsas.
Eliminan las impurezas
Cuando éramos adolescentes pensábamos que las espinillas y los puntos negros desaparecerían al llegar a la vida adulta. Y de eso nada. Tal vez su número disminuya, pero siempre vuelven a aparecer afeando nuestro aspecto. Aplicar una mascarilla de huevo después de lavar tu cara con jabón te dejará una piel limpia y brillante.
Atenúan las manchas causadas por el sol
A casi todos nos gusta ponernos morenos por el sol, pero en ocasiones se nos va la mano y aparecen algunas manchas muy feas en la piel. La hidratación que proporcionan las mascarillas de huevo es perfecta para hacerlas desaparecer.
Recetas de mascarillas con clara de huevo
La clara de huevo es muy rica en vitaminas del grupo B y en proteínas, por lo que sus beneficios para la piel son numerosos. Evidentemente, no es cuestión de romper un huevo, separar la clara y aplicárnosla sin más. La cosa tiene algo más de intríngulis, aunque las recetas reafirmantes y rejuvenecedoras de clara de huevo son sencillísimas de preparar. Recuerda que el primer paso es siempre lavarte bien la cara con un jabón neutro y agua tibia.
Mascarilla de clara de huevo, harina de trigo y miel para las arrugas
Este tipo de mascarilla casera es ideal para atacar a las arrugas más visibles, esas que aparecen en la comisura de los labios y alrededor de los ojos (las famosas patas de gallo).
Ingredientes:
- La clara de un huevo.
- Una cucharadita de harina de trigo.
- Una cucharada de miel.
Elaboración:
- Prepara una pasta bastante arenosa mezclando todos los ingredientes.
- Distribuye la pasta por tu cara, haciendo especial hincapié en la zona de los ojos y la boca o allí donde veas que tienes más arrugas.
- Retira la pasta después de 10 minutos utilizando agua tibia y sécate suavemente con una toalla.
- Puedes terminar aplicándote una crema hidratante si notas cierta sequedad.
Mascarilla de clara de huevo, aceite y miel para hidratar la piel
Es recomendable aplicar esta mascarilla una o dos veces por semana, siempre antes de acostarte.
Ingredientes:
- Una clara de huevo.
- Una cucharada de aceite de oliva.
- Una cucharada de miel.
Elaboración:
- Mezcla primero la clara y el aceite, para después añadir la miel.
- Aplica la mascarilla con movimientos circulares en cara y cuello, y deja que actúe alrededor de 10 minutos.
- Retira la mascarilla con agua tibia y sécate con unos suaves golpes de toalla, sin irritar la piel.
Mascarilla de clara de huevo y harina de avena para pieles grasas
El exceso de sebo es la principal causa de la existencia de pieles grasa, las cuales tienen un aspecto brillante y son muy proclives a la aparición de puntos negros y espinillas. Esta receta mejora notablemente el aspecto de este tipo de pieles. Se puede aplicar dos o tres veces por semana.
Ingredientes:
- Una clara de huevo.
- 20 gramos de harina de avena (dos cucharadas, más o menos).
Elaboración:
- Mezcla la harina con la clara de huevo.
- Extiende la pasta resultante por tu rostro, haciendo hincapié en las zonas que presenten más grasa.
- Después de 20 minutos, enjuaga.
Mascarilla de clara de huevo, naranja y coco para los puntos negros
Los puntos negros son células muertas y residuos que obstruyen nuestros poros. La clara de huevo es perfecta para remover esta suciedad. Puedes utilizar esta mascarilla un par de veces por semana.
Ingredientes:
- Una clara de huevo.
- 10 gramos de corteza de naranja rallada.
- 20 ml. de leche de coco.
Elaboración:
- Mezcla todos los ingredientes en un recipiente hasta obtener una pasta.
- Cubre con ella todas las zonas de la cara en las que tengas puntos negros.
- Deja que actúe media hora y enjuágate, retirando con agua tibia los restos que puedan quedar.
Recetas de mascarillas con yema de huevo
La yema de huevo es muy rica en vitaminas A, B, D y E, así como en minerales como el magnesio,el potasio, el fósforo y el hierro. Las mascarillas de yema son muy adecuadas para las pieles secas, las más proclives a la aparición de arrugas. Veamos algunas muy sencillas de preparar.
Mascarilla de yema, aceite y yogur
Mascarilla muy hidratante y con un alto poder nutritivo.
Ingredientes:
- Una yema de huevo.
- Unas gotas de aceite de oliva.
- Una cucharada de yogur griego.
Elaboración:
- Mezcla todos los ingredientes en un bol.
- Aplica la pasta de una forma homogénea por todo tu rostro.
- Retírala a los 20 minutos, más o menos, con agua tibia.
Mascarilla de yema, aceite y limón
Como ocurre con todas las mascarillas de yema de huevo, esta receta es ideal para pieles secas.
Ingredientes:
- Una yema de huevo.
- Una cucharada de aceite de oliva.
- El zumo de un limón.
Elaboración:
- Mezcla todos los ingredientes en un recipiente.
- Aplícala por tu rostro de forma uniforme.
- Retírala con agua tibia después de 15 minutos.
Consejos para que tu mascarilla de huevo quede perfecta
Concluimos con una serie de consejos para optimizar los efectos reafirmantes y rejuvenecedores de las mascarillas de huevo.
- Lava siempre tu cara antes de la aplicación: cuanto más limpia esté la piel, más nutrientes se absorberán por los poros.
- Protege tus ojos: utiliza algodones humedecidos o rodajas de pepino para proteger tus ojos al aplicarte la mascarilla. Al ser todos los ingredientes naturales no corren ningún peligro pero pueden llegar a escocerte.
- Relájate cuando te apliques la mascarilla: no te pongas a realizar tareas cuando la tengas puesta. Tómate ese tiempo de relax, tumbándote en algún lugar cómodo. De esa forma, los nutrientes penetrarán mejor en poros y arrugas.
- Compagina con otras mascarillas faciales caseras: los bálsamos caseros para la piel son muy numerosos. Puedes compaginar el uso de las mascarillas de huevo con otras fórmulas para embellecer la piel.