Una alimentación correcta siempre es importante, y mucho más cuando se está en la fase de crecimiento. Anteriormente hemos hablado de alimentos saludables para bebés y niños, pero hoy nos gustaría profundizar un poco más en el tema y proponeros varias opciones de menús.
Proporcionar a los hijos una dieta sana y equilibrada es una de los grandes retos de los padres, y no siempre es fácil. A los niños les gusta lo inmediato, y ya le puedes contar que si come tal o cual alimento se hará grande y fuerte, que te hará el mismo caso que si hablaras en chino.
En tu mano estará encontrar las mejores estrategias para repartir entre el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena todos los nutrientes que el chiquillo necesitará para crecer como un roble. No es tan difícil y en este artículo te contaremos algunos trucos para hacerlo. Lo importante es que le des siempre a tus hijos alimentos de calidad preparados en casa, con todo el amor… y un poquito de paciencia.
Desayunos para bebés y niños
Tanto para los niños como para los adultos la primera comida del día es la más importante, la que nos va a cargar las pilas para afrontar la jornada con las energías suficientes, ya sea en el cole o en el trabajo.
El desayuno para bebés más adecuado es la leche materna, vean nuestras recetas con leche materna o, si esto no fuera posible, leches especiales para bebés.
A partir del cuarto mes de vida, a los desayunos para bebés ya se les puede ir incorporando, poco a poco, papillas de un solo cereal y enriquecidas con la leche materna o una artificial.
Cuando ya esté hecho todo un hombrecito (o mujercita), o sea, a los 11 meses, puedes ir dándole a probar sus primeros quesos (blancos y tiernos, para los manchegos curados ya tendrá tiempo cuando sea mayor).
Durante todo este tiempo, lo ideal es que consultes los desayunos para bebés más convenientes con tu pediatra.
A los niños que ya estén creciditos, a partir de los 3 años, deberás organizarles unos desayunos ligeros que cubran al menos una cuarta parte de sus necesidades energéticas diarias.
Los principales nutrientes de los desayunos infantiles deben ser los hidratos de carbono, que aportan mucha energía y son de fácil digestión. También deben incluir proteínas, sales minerales y vitaminas.
El esquema clásico de un desayuno infantil es el de un vaso de leche, galletas caseras y fruta.
Puedes sustituir los carbohidratos de las galletas por tostadas, pan o copos de cereales. La leche es muy rica en proteínas y calcio, y si al niño no le hace mucha gracia siempre puedes sustituirla por batidos o yogures, que suelen ser más de su gusto.
En cuanto a la fruta, sus vitaminas son indispensables para un buen desarrollo del niño, y siempre es conveniente presentársela de una forma divertida, como en una macedonia. Aportarle vitamina C desde bien pequeño es una forma muy práctica de fomentar el crecimiento y la mejora de su sistema inmune.
Almuerzos para bebés y niños
Los almuerzos son las comidas del día que más variedad de alimentos permiten en un menú saludable para niños.
Primeros platos muy nutritivos son los que incorporan como ingrediente principal patatas (mejor cocidas que patatas fritas, aunque a los pequeños les suelen gustar más que las primeras), arroz o pasta.
El puchero andaluz y otros potajes de legumbres son también muy adecuados para los menús infantiles, teniendo además la ventaja de ser de muy sencilla elaboración, especialmente porque son fáciles de hacer en olla express, si no miren estas recetas de potajes en olla express ¡deliciosas!
Para el segundo plato siempre viene bien un buen chute proteico a base de carne o pescado. Un secreto: no es cierto que a los niños no les guste el pescado, lo que no les gusta son las espinas.
Sabemos que te servirán de ayuda estas recetas para bebés de 6+ meses
Si les sirves un pescado de los que casi no tienen espinas con un rica salsita se chupará los dedos del gusto (otra opción es que le cocines un pescado de los que tienen muchas espinas y se las quites tú antes de servírselo, pero eso ya requiere más tiempo y paciencia).
Las verduras son también una parte muy importante en la alimentación del niño aunque, por decirlo de alguna manera, el entusiasmo que despiertan en los pequeños es completamente descriptible.
Puedes incluirlas como acompañamiento de los platos, en ensaladas o en forma de gazpachos (otro falso mito es que el gazpacho es para el verano. De ninguna manera: está buenísimo, es muy sano, entra muy bien en cualquier época y suele gustar a los niños. Un plato a tener muy en cuenta).
Como postre servirá un pieza de alguna fruta que le guste.
En cuanto a lo que deben beber en las comidas, procura acostumbrar a tus hijos a que coman con agua, leche vegetal o zumo natural. Apostar por los refrescos es un contrato casi seguro con la obesidad cuando sean mayores. Los refrescos están bien puntualmente, en ocasiones especiales, no en el día a día.
Meriendas saludables para niños
Algunos padres piensan que la merienda es una comida innecesaria durante el día, o que puede provocar que el niño sufra obesidad. Bueno, pues es al contrario.
Merendar no solo es muy necesario para los niños, con un aporte de energía fundamental para el último tramo del día, además contribuye a combatir el riesgo de obesidad de los pequeños al regular el apetito con el que llegan a la cena.
Te encantará saber que tenemos gran variedad de recetas de muffins y magdalenas, y por si lo precisaras, te mostramos también varias recetas de muffins sin gluten, sin lactosa o sin azúcar.
Por si fuera poco, las meriendas contribuyen a mantener bajo control la glucosa de la sangre y la producción de insulina, siendo muy positivas para prevenir la diabetes infantil, un problema más extendido de lo que se suele pensar.
Las meriendas saludables para niños, ya sea en casa o en el cole, deben incluir una buena dosis de proteínas, minerales y vitaminas. Los nutricionistas aconsejan que no falten lácteos, cereales o frutas acompañando al clásico bocadillo o sandwich de queso o jamón.
Especial de RECETAS de SANDWICHES
Por supuesto, y esto es válido para cualquier comida del día, no le des bollería industrial al niño. No aportan nada bueno y solo conseguirás que el niño engorde y pierda agilidad.
Cenas para niños
El principal consejo para las cenas para niños es el mismo que para las de los adultos: que sean ligeras.
Aunque en España somos especialistas en meternos unos banquetes nocturnos que dejan espantados a los turistas extranjeros, lo cierto es que semejantes exhibiciones solo sirven para dormir mal (tal vez por eso a los españoles nos guste tanto la juerga nocturna), sufrir indigestiones, ir de excursión al baño unas cuantas veces y ponernos más redondos que la bola del mundo. No con eso queremos decir que unas recetas para navidad especiales para niños sean un pecado.
Centrándonos en los niños (a los adultos es complicado quitarnos las malas costumbres), sus cenas deben servirse en cantidades pequeñas y con alimentos poco grasos.
Ensaladas o verduras, presentadas de forma atractiva para que a los pequeños les haga gracia, son la mejor apuesta. Otras opciones son los grandes clásicos de los menús nocturnos infantiles: salchichas frescas, tortilla, croquetas, empanadillas… con moderación, no nos cansaremos de insistir.
Si se trata de croquetas, tenemos las de puchero, una gran receta de aprovechamiento; las croquetas de brócoli, es ideal si quieres lograr que coman brócoli; las croquetas de pollo, típicas y que nunca fallan, todas estas y algunas más las podrán encontrar en este estupendo recetario de croquetas para niños.
Un vaso de leche caliente con un poco de miel para acabar es el mejor broche para la alimentación diaria del niño, no solo por sus propiedades nutritivas, sino porque es uno de los mejores “somníferos” naturales y le ayudará a dormirse rápidamente.
Una saludable alimentación infantil es muy similar a la que necesitamos los adultos: variada, equilibrada, rica en nutrientes…, pero con una diferencia fundamental que muchas veces no se tiene en cuenta: la cantidad. Es habitual escuchar a muchos padres quejas del tipo: “Mi hijo no me come nada” o “Mi hijo deja toda la comida en el plato”. Vamos a ver: los niños son pequeños y los adultos somos grandes. El contenido de sus platos debe ser proporcional a su edad, ya que no comerá la misma cantidad un crío de 6 años que uno de 11. Moderación en las cantidades, por favor.
Cómo siempre, daros las GRACIAS por volver a visitar BABYCOCINA una y otra vez cómo vuestro sitio web de consejos de alimentación infantil y recetas para niños. Papá y Mamá Cocina esperamos volverles a ver muy pronto por aquí.
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¡Hasta la próxima!
